WASHINGTON – El presidente estadounidense partió este martes a Israel, pero tuvo que renunciar a ir a Jordania después de que un bombardeo a un hospital de Gaza avivara aun más la tensión.
Cuando anunció su viaje el lunes, el mandatario demócrata apostaba por poder presentarse a la vez como garante de la seguridad de Israel en su guerra contra el grupo terrorista palestino Hamás y como la mejor esperanza para los civiles, además de como baluarte contra los riesgos de una escalada regional.
Pero la búsqueda de equilibrio que pretendía conseguir con una escala en Tel Aviv seguida de un viaje a Jordania saltó por los aires incluso antes de que partiera en su gira.
Joe Biden, que embarcó en el Air Force One en torno a las 21H40 GMT, anunció que «pospone» su viaje a Amán.
De todos modos, Jordania había cancelado la cumbre en la que debía participar junto con el rey Abdalá II, el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, y el líder palestino Mahmud Abás.
Tensiones aumentan tras explosión en hospital
Biden transmitió «su más sentido pésame por las vidas inocentes perdidas en la explosión en un hospital en Gaza» y deseó «una pronta recuperación a los heridos».
También habló sobre el tema con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el rey Abdalá II de Jordania, informó la Casa Blanca.
En un comunicado, el presidente dijo estar «indignado y profundamente entristecido por la explosión» y haber ordenado a sus asesores que «sigan recabando información sobre lo que ocurrió exactamente» en el bombardeo, que causó la muerte de al menos 200 personas.
Hamás culpa a Israel y el ejército israelí atribuye la autoría del bombardeo a la Yihad Islámica.
El ejército de Israel negó estar involucrado en una explosión en el hospital de Gaza, y señaló que fue causada por un cohete palestino mal disparado.
Las fuerzas militares israelíes dijeron que los combatientes palestinos habían lanzado una andanada de cohetes cerca del hospital al momento de la explosión.
Basados en el análisis de los sistemas operativos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Hamás disparó hacia Israel una ola de cohetes que pasó por las proximidades del hospital, a la hora del impacto. «De acuerdo con información de inteligencia, de diversas fuentes que tenemos, la organización Yihad Islámica Palestina es responsable del lanzamiento fallido que impactó en el hospital», dijo las FDI en un comunicado.
¿Logrará Biden mediar en el conflicto?
Biden, de 80 años, ya viajó en febrero a Ucrania, un país en guerra donde fue recibido con los brazos abiertos. Pero en Oriente Medio se desconoce si su presencia amainará los ánimos.
Porque después de que defendiera «el deber» de Israel a defenderse tras el sangriento ataque de Hamás el 7 de octubre, ¿Qué mensaje puede transmitir mostrándose junto a Netanyahu, cuando muchos países árabes acusan a Israel del bombardeo al hospital?
Y, ¿Cómo va a transmitir el mensaje de que los civiles del enclave pueden contar con él para aliviar la catástrofe humanitaria que viven?
Además, Biden también corre el riesgo de regresar con las manos vacías, sin ninguna promesa por parte del gobierno israelí de permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y sin respuestas para las familias de los ciudadanos estadounidenses secuestrados por Hamás, cuyo número exacto se desconoce.
Hasta ahora, Estados Unidos tampoco ha logrado convencer a Egipto de que abra al menos parcialmente su frontera para dejar entrar a los civiles palestinos que huyen de los incesantes bombardeos.
Viajando a la región, el presidente estadounidense quiere disuadir a Hezbolá y, por tanto, a Irán, de que empeoren aun más las cosas.
«Día de la ira», más amenazas terroristas
La tensión es extrema, con manifestaciones en varios países árabes y un «día de la ira» convocado por el movimiento libanés proiraní Hezbolá.
Hezbolá anunció un «día de ira sin precedentes» en el marco de la visita del presidente Biden, a Israel este miércoles tras el bombardeo contra un hospital en el norte de la Franja de Gaza que ha dejado al menos 500 muertos, según Hamás.
«Pedimos al pueblo de nuestra nación árabe que salga a las calles y plazas a expresar su ira y ejercer presión sobre los gobiernos dondequiera que se encuentren para que tomen medidas inmediatas», convocó el grupo terrorista en un comunicado publicado en su canal de Telegram.
Hezbolá también pidió a organizaciones internacionales y regionales que presionen a Israel para poner fin a la «masacre y el genocidio del oprimido pueblo palestino», así como el «desplazamiento forzado» de miles de civiles en Gaza. Pero de los crímenes cometidos por Hamás en Israel, no habla.
Esto se produce después de que el líder de Hamás, Ismail Haniye, culpó a Estados Unidos por apoyar a Israel tras el bombardeo contra el hospital de Al Ahli que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estaba operativo y acogía a heridos, personal sanitario y desplazados internos.
EEUU busca que el conflicto no se extienda
Estados Unidos no quiere que el conflicto se propague, entre otras razones porque ya suministra ingentes fondos a Ucrania y quiere conservar recursos estratégicos para hacer frente a China si lo necesita.
«Somos Estados Unidos de América, por el amor de Dios, la nación más poderosa (…) de la historia del mundo. Podemos ocuparnos de ambas», Ucrania e Israel a la vez, dijo el presidente el domingo en la cadena CBS.
Solicitará al Congreso una ayuda combinada de 100.000 millones de dólares para Ucrania, Israel, Taiwán y la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México, afirmó una fuente estadounidense.
Pero Biden no tiene el control total sobre los hechos: cualquier despliegue adicional de ayuda a Israel necesita la luz verde del Congreso estadounidense y la Cámara Baja lleva días paralizada, sin presidente, desde la destitución de Kevin McCarthy.
Las elecciones
Biden, en campaña para un segundo mandato, no puede permitirse la más mínima debilidad, cuando han muerto 30 estadounidenses desde el ataque de Hamás y se teme un estallido de odio contra judíos y musulmanes, en un país ya muy dividido.