WASHINGTON — El presidente Joe Biden seguía este jueves intentando evitar que dentro de cinco días el Congreso caiga, como esperan expertos y predicen los sondeos, en manos de los republicanos en las elecciones de medio mandato en EEUU, en momentos que el alza inflacionaria no cede, pese a la impopular medida de aumentar sistemáticamente las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
El miércoles por la noche Biden pronunció un discurso sobre la democracia con tintes dramáticos sobre estos comicios, que pueden cambiar el equilibrio de fuerzas en el Congreso y aupar al poder a gobernadores y ediles republicanos.
El presidente demócrata partió a Nuevo México y California, tierras del oeste donde su partido solía cosechar éxitos. Luego viajará a Pensilvania (noreste), un estado donde el voto es más reñido, y a Chicago, considerado hasta ahora como un bastión demócrata.
Su predecesor republicano Donald Trump va este jueves a Iowa, un estado rural del Medio Oeste, que se inclina por los republicanos.
Con vistas a los comicios del 8 de noviembre, que corren el riesgo de paralizar políticamente su mandato, Joe Biden ha optado por presentarse como el «defensor» de las clases trabajadoras a pesar de su pobre gestión económica y garante de la democracia, aunque con sus discursos promueve según muchos, la división de la nación.
El presidente demócrata que cumplirá 80 años el 20 de noviembre sabe que se juega mucho en estos comicios en los que se renueva toda la Cámara de Representantes, más de un tercio del Senado, así como varias gobernaciones y cargos locales. Y el miércoles por la noche pronunció un discurso sobre la democracia con tintes dramáticos en un intento de ganar votos infundiendo temor.
Pero el expresidente Trump, todavía muy influyente en el Partido Republicano, también pasó a la ofensiva.
Trump prevé recorrer cuatro estados clave en cinco días: este jueves va a Iowa, en el Medio Oeste, que se inclina más por los republicanos y donde comienza tradicionalmente la campaña para la nominación de los candidatos a la Casa Blanca. Seguirá en Florida, Pensilvania y Ohio.
«Caos»
Los ataques contra los republicanos con mensajes que buscan crear «temor» son empleados por Biden para evitar perder la mayoría en el Congreso. La desaprobación de Biden continúa elevada. El 56% de los estadounidenses desaprueban la gestión de Biden.
Un sondeo, efectuado entre los pasados días 3 y el 20 de octubre por Cid Gallup, refiere que el índice de aprobación del mandatario descendió al 40 por ciento y se acerca al porcentaje más bajo desde que llegó a la Casa Blanca.
Está por ver si la movilización de Biden y de otras personalidades, como el expresidente Barack Obama, surtirá efecto. Los sondeos son más bien favorables a los republicanos.
Los conservadores no solo esperan obtener el control de la Cámara de Representantes, como prevén las encuestas, sino que también sueñan con conseguir el del Senado.
El Partido Republicano centra el discurso en los altos precios que han deteriorado la economía familiar y en el aumento de la delincuencia, que atribuye a la política de Biden. Intenta no incidir en su oposición al aborto, una disposición que paso a ser asumida por los gobiernos estatales, de acuerdo con una sentencia de la Corte Suprema.
Los demócratas, por el contrario, defienden el aborto, en algunos casos sin importar los meses de gestación, y quieren protegerlo con una ley federal si ganan las elecciones.
Estos comicios en cierto modo se han convertido en una confrontación indirecta entre Donald Trump y Joe Biden, antes de las elecciones presidenciales de 2024.
Biden ha dicho que tiene la intención de presentarse a la reelección pero no cuenta con el apoyo de todo el partido debido a su edad (pronto cumplirá 80 años) y a su impopularidad. Una derrota la próxima semana lo dejará todavía más debilitado.
Trump eligió por su parte Iowa, que no es un estado estratégico para las elecciones intermedias, pero es donde comienza tradicionalmente la campaña para la nominación de los candidatos a la Casa Blanca.