El Gobierno de Joe Biden tomó una nueva decisión en políticas migratorias. Esta vez, suspendió el Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) con El Salvador, Guatemala y Honduras —conocido como el Triángulo Norte de Centroamérica— firmado por Donald Trump en 2019, que buscaba regularizar la situación de inmigrantes que llegaban a Estados Unidos.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que se busca «gestionar» la migración en toda la región y calificó de «dura» la política migratoria de Trump,, indicó EFE. A su juicio hay «formas más adecuadas de trabajar».
Guatemala se sumó a este Acuerdo de Cooperación de Asilo en abril de 2019 bajo el concepto de «tercer país seguro». El término, aprobado por la ACNUR, es usado como parte de los procedimientos de asilo para transferir la solicitud de un país de acogida a otro país que es considerado “seguro” (capaz de proporcionar protección a los solicitantes de asilo y los refugiados).
Organizaciones independientes auguraban hacia dónde irían las políticas migratorias de Biden antes de su juramentación como presidente. Matthew Tragesser, portavoz de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense adelantó en noviembre lo que podía esperarse.
«Nominaciones recientes para secretario de Estado y jefe del Departamento de Seguridad Nacional revelan dónde están sus prioridades: fronteras abiertas, amnistía masiva y más migración legal en medio de una recesión económica y una pandemia global”, detalló.
Migración en aumento
Las transferencias bajo el convenio entre EE. UU. y Guatemala estaban suspendidas desde mediados de marzo de 2020 debido a la pandemia por el COVID-19. Mientras, los acuerdos con El Salvador y Honduras nunca se implementaron, explicó el Departamento de Estado.
En los últimos meses se ha registrado un aumento en la llegada de inmigrantes indocumentados a la frontera de EE. UU. con México y los republicanos apuntan que esa tendencia se mantendrá, de acuerdo con EFE.
Otras políticas adoptadas por Biden en sus primeros días de gobierno fueron la suspensión de la construcción del muro fronterizo con México, así como revisar el programa Protocolos de Protección a Migrantes, también conocido como «Quédate en México».
Además, el mandatario estadounidense prometió 4000 millones de dólares a los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala para evitar la migración forzada.
Los 180 días de Trump
Antes de dejar la presidencia, Donald Trump firmó acuerdos que detienen cambios migratorios por 180 días. La medida continuaba la premisa de «America First» para que los estados de Arizona, Indiana, Luisiana y Texas contaran con un periodo de 180 antes de que entrara en vigor cualquier cambio en políticas del Poder Ejecutivo que pudiera ser perjudicial.
Los acuerdos fueron bautizados como Promulgación de Santuario para los Estadounidenses Primero (SAFE, por sus siglas en inglés). Requieren que los gobiernos estatales y locales dispongan de un período de 180 días para comentar sobre cambios en el número de agentes de inmigración y el número de personas puestas en libertad tras estar bajo custodia de las autoridades migratorias, indicó Associated Press.
“Aunque algunos podrían intentar difuminar las diferencias, hay una diferencia entre la inmigración legal y la ilegal, y es importante reconocerlo», manifestó. “Nuestra fiscalía seguirá siendo un organismo de vigilancia para cualquier cambio a las políticas de inmigración que pudiera ser perjudicial para el pueblo de Luisiana”, declaró Jeff Landry, secretario de Justicia de Luisiana.
Fuente: PanamPost