Los proyectos nucleares que dejó en marcha Evo Morales, para usos pacíficos como la salud, serán paralizados por los nuevos responsables de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear.
Eso compromete importantes acuerdos con firmas de Rusia y Argentina por más de 350 millones de dólares.
El argumento esgrimido este miércoles por el director ejecutivo de esa entidad pública, Juan Alfredo Jordán, es que no pasaron el filtro parlamentario que requieren los contratos estatales en Bolivia.
Importante acuerdo con Rusia
El mayor de esos proyectos corresponde a un centro de investigación nuclear en El Alto, cerca de La Paz, en colaboración con la agencia atómica rusa, Rosatom. Esa ciudad es considerada la de mayor altura en el mundo, a casi 4.100 metros en el altiplano boliviano.
La construcción y equipamiento requieren inversión de aproximadamente 351 millones de dólares, pero el director ordenó que se paralice. Consideró que incluso Morales y quienes con él firmaron ese tipo de contratos deberían someterse a un juicio de responsabilidades.
Los acuerdos serán remitidos a la Procuraduría General del Estado para que se pronuncie sobre su legalidad, según comunicado de la agencia nuclear estatal.
La construcción del centro lo acordaron Bolivia y Rusia en 2016 y formaba parte de un plan de energía atómica con fines pacíficos anunciado por el gobierno de Morales en 2014, que contaba con el respaldo del Organismo Internacional de Energía Atómica.
La reanudación de obras dependerá del pronunciamiento de la Procuraduría y de la Asamblea Legislativa.
Otro contrato con Argentina
El director también anunció la paralización de otros proyectos, como la Red de Centros de Medicina Nuclear. Señaló irregularidades en la ejecución y falta total de seguimiento de las empresas responsables de fiscalización.
La estatal argentina Invap adjudicó en 2017 la construcción de 3 centros de medicina nuclear en La Paz, El Alto y Santa Cruz. La inversión es de cerca de 165 millones de dólares, destinados especialmente a tratar enfermedades como el cáncer.
La entidad estatal boliviana aseguró que el Tesoro General de Bolivia destinó unos 155 millones de dólares a esos 3 centros.
La reacción de Evo Morales
El gobierno interino de Jeanine Áñez revisa políticas de los casi 14 años de gestión de Evo Morales, con una reorientación de importantes proyectos. Áñez considera que estos son ruinosos o incumplen procedimientos para contratos del Estado.
El ex presidente criticó en Twitter: «El gobierno de facto de Áñez atenta contra el desarrollo que planificamos para El Alto y toda Bolivia, paralizando las obras de la central nuclear que tenía fines medicinales, agroindustriales y de investigación, y que generaría empleos».
Opinó en la red social que los golpistas están saqueando las empresas para luego privatizarlas, usando la misma excusa del pasado: están quebradas.
Fuente: El Nacional