Citado en un comunicado de esa oficina, Aguilar reveló también que el Índice General de Actividad Economía, que refleja la situación del llamado «sector real» de las actividades productivas y de servicios, acumuló hasta mayo una contracción de 7,9%, acentuando la depresión de 5,6% anotada en abril.
El crecimiento mínimo del primer trimestre y las cifras negativas de los dos meses siguientes anticipaban que el reporte del Producto Interno Bruto (PIB) boliviano en el segundo trimestre mostrará una fuerte caída, a causa de la crisis provocada por la pandemia, en línea con los pronósticos más pesimistas.El Gobierno, coincidiendo con un reciente informe del Banco Mundial, ha proyectado una caída del PIB de al menos 5,9% este año, en fuerte contraste con el 2,22% de 2019, que ya era el más bajo en la última década.
Según el director del INE, el aumento interanual del PIB en el primer trimestre de 2020 era el más bajo desde igual período de 2001, cuando la actividad económica reportó crecimiento cero, antes de iniciar un sostenido crecimiento.
Aguilar dijo que la tasa de 0,6% del primer trimestre, «además de mantenerse positiva, se sitúa en tercer lugar en el ranking de países de la región, donde muchos de ellos ya registraron datos negativos, en el entorno sanitario desfavorable».
Explicó que el leve crecimiento económico de los tres primeros meses se sustentó en el desempeño de los sectores extractivos (hidrocarburos y minerales), las industrias y los servicios, que luego se hundieron por la cuarentena y la emergencia sanitaria.
Fuente: SputNikNews