El escenario político de Brasil no es el mismo de la primera vuelta. El actual presidente conservador Jair Bolsonaro avanza en favoritismos mientras que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva se enfrenta a nuevas dificultades. Después de todo, candidatos a legisladores del actual mandatario ganaron mayoría en ambas cámaras, sumado a la victoria de nueve gobernadores, frente a cinco de Lula.
Y si bien aún quedan por definirse las gobernaciones en 12 de 27 estados, lo cierto es que la maquinaria del Partido Liberal (PL) se está moviendo. Ya hay resultados positivos. El presidente Bolsonaro ahora cuenta con el apoyo de nuevas figuras, como la del gobernador electo de Minas Gerais, Romeu Zema, quien hace menos de 10 días oficializó su respaldo al candidato a la reelección. Eso podría influir en los electores del segundo estado más poblado.
Ahora bien, para la segunda vuelta el aparato de diputados en Brasil se desmoviliza porque ya fueron elegidos. «Esto es un problema para el Partido de los Trabajadores (PT) porque la base social y política de Bolsonaro es más activa. Sin los diputados haciendo campaña para Lula hay una gran posibilidad de que crezca la abstención entre quienes votaron en primera vuelta por él», advierte el analista político brasileño Paulo Mora, en entrevista con PanAm Post.
El impulso de Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro
Hay que tomar en cuenta que en las elecciones del 2 de octubre las encuestadoras sufrieron una dura derrota. Ahora, con el escenario polarizado, parecen ajustarse un poco más a la realidad.
La firma PowerData publicó este 12 de octubre que Lula posee una intención de votos válidos de 52 % frente a 48 % de Bolsonaro, con un margen de error de más o menos 1,5 puntos porcentuales. Por ende, el resultado se acerca a un empate técnico.
Ante esto, Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, los tres colegios electorales más grandes de Brasil, posiblemente serán los que definan la elección, afirma el analista político, ya que Claudio Castro, reelegido por Sao Paulo, también apoya a Bolsonaro.
«Bolsonaro hizo menos votos que Lula el 2 de octubre, pero salió políticamente vencedor. En la primera vuelta Lula se ofrecía como candidato de la estabilidad, democracia y acusaba a Bolsonaro de causar crisis, inestabilidad jurídica y eso se ha invertido. Lula no tendrá mayoría en el Congreso y esto será un factor causante de crisis, por eso favorece a Bolsonaro», explica el experto.
Lula sin avances
Las implicaciones que trae este contexto electoral son muchas. Sin contar que un hipotético gobierno de izquierda presidido por el líder del PT podría estar sumido en el caos, dado que no estará acompañado por el Senado ni por la Cámara de Diputados.
«Mi percepción es que Lula está en el mismo lugar de la primera vuelta y corriendo el riesgo de perder parte de sus electores mientras que la campaña de Bolsonaro está en la ofensiva de comunicación y movilización. Eso torna bastante incierto el resultado de las elecciones pero creo que Bolsonaro logrará el éxito venciendo por una diferencia pequeña».