Dijo que pudiera desplegar el ejército para “restablecer el artículo 5 de la Constitución”, que menciona el derecho a las libertades de movimiento y de religión.
Bolsonaro dijo además que las restricciones están agravando el hambre en el país.
“Yo, junto con mis 23 ministros, estoy hablando sobre qué hacer si existe un caos generalizado en Brasil debido al hambre, debido a la forma cobarde en que algunos están haciendo que la gente se quede en casa”, añadió.
Expertos en salud solicitaron este mes a Bolsonaro que imponga un confinamiento nacional luego de que el saldo diario en el país de muertes por COVID-19 alcanzó nuevos récords. El Ministerio de Salud dice que más de 386.000 personas han muerto en Brasil por la enfermedad.
Los críticos del presidente ultraderechista -un exmilitar- han expresado desde hace tiempo preocupación por sus recientes elogios a la dictadura militar que gobernó el país durante más de 20 años tras un golpe en 1964, además del hecho de haber nombrado a numerosos militares para cargos civiles.
Esas preocupaciones aumentaron el 30 de marzo, cuando los líderes de las tres ramas de las fuerzas armadas renunciaron tras el remplazo por Bolsonaro del ministro de Defensa. Muchos analistas dijeron que los generales temían verse enredados en asuntos políticos.
El 19 de marzo, Bolsonaro mencionó también el asunto de la participación militar en conexión con la pandemia al declarar: “Mi ejército no sale a la calle a forzar a la gente a quedarse en casa”.
Fuente: Diario las Américas