La jornada electoral en Brail tuvo un cambio importante, respecto a la matriz de opinión que venía manejando la prensa en relación con los comicios presidenciales. Esto se debe a que contrario a las proyecciones de las principales encuestadoras, el izquierdista Luiz Inázio Lula Da Silva no ganó en primera vuelta, aunque sí obtuvo más votos que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Con un escaso margen de 5,2 % de diferencia entre ellos, estos contendores pasan al balotaje, el 30 de octubre.
Y Bolsonaro aseguró que vencerá en el balotaje. «Nuestros oponentes solo se prepararon para una carrera de 100 metros. Estamos listos para un maratón. ¡Luchemos con confianza y con cada vez más fuerza, seguros de que venceremos por la patria, por la familia, por la vida, por la libertad y por la voluntad de Dios!», aseguró.
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El mandatario nacional celebró el hecho que su triunfo a nivel legislativo fue abrumador. Cuenta con 99 diputados y 13 senadores a su favor, ambos en mayoría en las dos Cámaras. Asegura que ese fue su objetivo en la primera vuelta electoral. Ahora va por la presidencia. Así lo anunció en redes sociales:
Mucha gente se dejó llevar por las mentiras propagadas por los institutos de investigación, lo que dejó a la 1ª vuelta completamente desmoralizada. Todas sus predicciones estaban equivocadas y ya son los mayores perdedores de esta elección. ¡Vencimos esta mentira y ahora vamos a ganar las elecciones!
Sabemos el tamaño de nuestra responsabilidad y los desafíos que vamos a enfrentar. Pero sabemos adónde queremos ir y cómo llegaremos allí. Por la gracia de Dios, nunca perdí una elección y sé que no será ahora, cuando la libertad de todo Brasil depende de nosotros, que perderemos.
Esta disputa no solo decidirá quién asumirá el cargo en los próximos cuatro años. Esta disputa decidirá nuestra identidad, nuestros valores y la forma en que seremos vistos por el mundo y por Dios mismo. Luchemos por la libertad, por la honestidad, por nuestros hijos y por Brasil.
«Vamos a hacer las alianzas necesarias para ganar»
Para lograrlo, el jefe de Estado brasileño aseguró estar dispuesto a «hacer las alianzas necesarias para ganar». Hasta el momento mantuvo el voto leal y sumó cerca de dos millones más. Ahora le queda ganar votos nuevos. Como hubo 11 candidatos en total, deberá apelar a los votantes de sus rivales.
”Vamos a hacer un buen trabajo para la segunda vuelta. Vamos a hacer contacto con otros candidatos, conversamos con interlocutores. Las puertas están abiertas al diálogo”, detalló Bolsonaro.
Esto implica posiblemente un cambio en el discurso, en cuanto ya no se tratará de un «ellos y nosotros» sino una mayor amplitud. Es decir, apelar a las necesidades comunes de todos los ciudadanos.
Y es que la campaña de Bolsonaro no se limita a enfrentarse a sus rivales, tiene también a los medios masivos en su contra. Al igual que las principales encuestadoras. “Vencimos la mentira de los sondeos”, asegura.
En ese sentido debe valerse de las redes sociales. Hacia el final de la campaña de la primera vuelta contó con el apoyo de celebridades, entre ellas el futbolista Neymar. Lo cual desató una ola de simpatizantes.
“Todos los países que migraron hacia la izquierda les fue peor”
Ahora el mandatario tiene a su favor la realidad de los países vecinos. La inconformidad de la población en Argentina, Chile y Colombia muestra que la izquierda no funciona, empobrece a las naciones y limita las libertades fundamentales. “Todos los países que migraron hacia la izquierda les fue peor”, afirmó el mandatario venezolano.
En cambio su administración logró ser la primera economía del continente que volvió a niveles prepandémicos. También es el único país con deflación, mientras los vecinos sufren la inflación.
La gasolina logró ser una de las más económicas del mundo, por medio de la reducción de impuestos. Esto a su vez abarató los costos de incontables productos. No obstante, en el supermercado siguen elevados los precios. Por lo cual una reducción en la canasta básica podría ser vital para capturar los votos que faltan. Sobre todo porque afecta a todos los ciudadanos, más allá de las ideologías.
Como Bolsonaro hasta ahora no ha una elección, ni como legislador ni en su camino a la presidencia, deberá demostrar qué está dispuesto a hacer para continuar en el poder.