RÍO DE JANEIRO.- En los últimos tres meses, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, recortó en los sondeos una distancia que parecía insalvable con el favorito Luiz Inácio Lula da Silva, por lo que tiene posibilidades de ser reelegido en octubre, según el analista político Leandro Gabiati, director de la consultoría Dominium.
«Hace dos meses, el partido de Lula hablaba de una victoria en la primera vuelta. Esa perspectiva está cada vez más lejana. La candidatura de Lula está estancada en los sondeos, parece que tocó techo», indicó.
La diferencia entre ambos, de 21 puntos a finales de mayo (48% de las intenciones de voto para Lula en la primera vuelta del 2 de octubre frente a 27% para Bolsonaro) se redujo a 11 el viernes pasado (45% a 34%), según el Instituto Datafolha.
«Si la diferencia sigue reduciéndose a este ritmo, le será insuficiente a Bolsonaro. Pero sabemos que el comportamiento del elector puede cambiar a medida que se acercan los comicios. Y para una segunda vuelta, Bolsonaro llegará con un ímpetu nuevo, con sus simpatizantes muy comprometidos», aseguró el analista político.
Gabiati indicó que la dinámica de las últimas semanas han sido favorable para Bolsonaro porque cometió pocos errores, salvo los deslices que tuvo (en televisión), cuando respondió de forma agresiva a dos reporteras.
«De manera general, se benefició de los gastos sociales excepcionales aprobados por el Congreso en julio y otras medidas para luchar contra la inflación. Eso le permitió mejorar la percepción de la población sobre el poder adquisitivo, que era el principal problema para Bolsonaro», sostuvo.
Asimismo, agregó que aunque los precios de los alimentos siguen elevados, hubo una serie de buenas noticias, como la reducción del precio de los combustibles. «El aumento de 400 a 600 reales (78 a 118 dólares) de la ayuda a los más pobres benefició a más de 20 millones de familias», dijo Gabiati.
«También redujo sus ataques contra el sistema electoral y los magistrados de la corte suprema, acercándose así al elector más moderado, a quien no le agrada el discurso más radical del presidente», resaltó el analista político.
En ese sentido, el analista político también precisó que las manifestaciones masivas de los seguidores de Bolsonaro el 7 de septiembre, con motivo del bicentenario de la Independencia de Brasil, han tenido un impacto muy positivo.
«El miércoles, los canales informativos tuvieron a Bolsonaro en pantalla todo el día. Y lo que importa no es tanto si hubo un millón o 100.000 personas, sino la imagen que muestran las fotos, de una multitud que parece no tener fin. Poco importan las críticas de sus adversarios que lo acusan de haberse apropiado de la fiesta nacional por motivos electorales, el impacto de esas imágenes es mucho mayor», detalló.
El mandatario de extrema derecha ganó dos puntos la semana pasada, mientras que el expresidente de izquierda perdió dos hace dos semanas.