El pasado 24 de septiembre fue el penúltimo debate presidencial en Brasil, auspiciado por un pool de medios de comunicación entre los que se encontraban CNN y SBT. El evento marca un nuevo hito en la campaña que ha beneficiado definitivamente a la derecha, encabezada por el candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, y ahora el padre Kelmon desde el PTB.
En este debate fue polémica la ausencia del candidato que encabeza el proyecto comunista, Lula da Silva. Días antes, el expresidiário indicó que no asistiría dada la presencia del padre Kelmon en el debate presidencial, alegando que no lo conocía y su presencia fuera de última hora. Además, culpó a los organizadores del evento diciendo que le avisaron con poco tiempo. En un comunicado oficial, los organizadores desmintieron estas aseveraciones, informando al público en general que la organización del debate se realizaba desde marzo de 2022 con la anuencia del PT. Lula da Silva quedó como un mentiroso, pero sobre todo como un cobarde ante la presencia de la candidatura petebista.
Cabe resaltar que en el primer debate presidencial, fue obvia la estrategia del antibolsonarismo: todos los candidatos contra el presidente Bolsonaro. A pesar de esto, Bolsonaro quedó bien parado ante el ataque feroz de todos los candidatos. Se defendió bien. Pero en este debate, todo eso cambió.
La presencia del padre Kelmon, como ya lo había dicho el líder del PTB, el preso político, Roberto Jefferson, fue para que la derecha se fortaleciera rompiendo con esta estrategia de anulación de la izquierda. Y fue un éxito. El padre Kelmon con su discurso, evidenciando esta estrategia de 5 contra 1, desconfigura la puesta en escena de todos los candidatos y la presencia que ya tenían en las redes sociales. El padre indicó que de ahora en adelante sería un debate de 5 contra 2, en el que la derecha se cohesiona para enfrentar el proyecto que quiere acabar con los 5 pilares de la campana: Dios, Patria, Familia, Vida y Libertad.
Las reacciones fueron inmediatas: el candidato del PTB encabezó 2 TT en Twitter. Se hizo viral. Los medios de comunicación no podían dejar de hablar de su puesta en escena y los votantes en redes sociales tenían una opinión al respecto. La campana entonces, dio un giro en la última semana antes del día D: la derecha, de la defensiva, ahora se encuentra en la ofensiva hacia una posible victoria en el primer turno a pesar de todo lo que dicen las encuestas.
La izquierda, encabezada por los medios de comunicación abiertamente parcializados, comenzaron una campaña de descrédito a la imagen del padre Kelmon, diciendo que es un falso padre. Esto, obviamente, es una noticia mentirosa, pues está muy bien demostrada y comprobada la veracidad de la condición de sacerdote del candidato del PTB. El bolsonarismo por su parte, ha reaccionado en defensa de la Libertad religiosa y, en una manifestación de fraternidad y patriotismo, difunden el discurso del padre Kelmon en los distintos momentos en los que destacó en el evento.
No quiero dejar de mencionar, que en la primera intervención del presidente Jair Bolsonaro dónde preguntó la opinión al padre Kelmon sobre lo que opina de la persecución de religiosos en Nicaragua, estuvieron abiertamente solidarios también con la lucha de los venezolanos y cubanos. Los demás candidatos no emitieron ni una sola palabra de solidaridad con los pueblos que luchan por su libertad.
Ahora quedan menos de 7 días para el día de la elección. El último debate presidencial será en la Red Globo, el mayor conglomerado de medios de comunicación de Brasil, el día jueves 29 de septiembre. El padre Kelmon junto al pastor Gamonal, llegaron a la escena pública para quedarse. El pueblo los reconoce como líderes de la derecha y junto al presidente Bolsonaro parecen caminar juntos hacia una derrota histórica del proyecto comunista en Brasil y en el resto de la región.