La ministra de la Producción de Perú, Sandra Belaúnde, desertó del gabinete de la presidente, Dina Boluarte, a sólo un mes y medio de su designación. Su salida representa la sexta renuncia de un alto funcionario del Ejecutivo que enfrenta la mandataria desde que asumió el poder el pasado 7 de diciembre, luego del autogolpe perpetrado por Pedro Castillo.
Belaúnde decidió seguir los pasos de los titulares de las carteras de Trabajo y Mujer, Eduardo García Birimisa y Grecia Rojas Ortiz, quienes dimitieron después de los ministros Patricia Correa, Víctor Rojas y Jair Pérez, quienes estaban al frente de las áreas de Educación, Interior y Cultura, respectivamente.
Boluarte había juramentado a Belaúnde 10 de diciembre de 2022, pero fuentes de La República, revelan el desacuerdo de la ahora exministra con el manejo de las protestas que se registran en el país.
Peor que Castillo
Las renuncias de ministros que registra Boluarte en su corto mandato superan las reportadas por el expresidente Castillo en sus primeros 40 días en la Casa de Pizarro, considerando que durante ese periodo la única baja del exmandatario fue la del entonces canciller Héctor Béjar, quien abandonó su puesto después de emitir un cuestionado comentario, en el que atribuía el inicio del terrorismo en el país a la Marina de Guerra.
Si bien después el descalabro de los trenes de Castillo fue imparable al cambiar durante un año a un ministro —en promedio— por semana, Boluarte acelera su camino hacia esa dirección, ante la conflictividad que vive el país y la falta de respaldo de su entorno, ingrediente esencial que detona la renuncia de ministros.
De hecho, para dar a un paso al costado, Patricia Correa, exministro de Educación, argumentó que “la violencia de Estado no puede ser desproporcionada y generadora de muerte”, incluso señaló “los muertos se han incrementado y el gobierno se hace insostenible”.
En su misiva exhortó a una “salida pacífica y con participación de organizaciones internacionales y agentes políticos legítimos.
Una tregua para respirar
La opción de Boluarte ante la estampida de ministros y manifestaciones en las calles es llamar a «una tregua nacional» para «entablar mesas de diálogo, en nombre de la paz y la unidad», luego de resaltar que a la fecha se han perdido aproximadamente 2000 millones de soles (516,4 millones de dólares) en labores de producción y 3000 millones de soles en daños a la infraestructura, lo que equivale a 774,6 millones de dólares.
De esa manera, descarta su renuncia. Está negada a esa posibilidad. Solo lo hará cuando convoque a elecciones. Para ello, espera que el Congreso apruebe la realización de los comicios en abril de 2024.
A su juicio, la versión según la cual ella fue quien dio un golpe al expresidente Castillo es una «narrativa de grupos de personas radicales basada en el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando», quienes, sostiene, también estarían detrás de las protestas violentas.