El nivel de apoyo al presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, ha caído hasta igualar su nivel más bajo, después del fallido referéndum sobre el borrador de la Constitución que estaba llamada a sustituir la actual Carta Magna.
La popularidad de Boric ronda el 33 por ciento, una caída de cinco puntos con respecto a un estudio previo que el presidente busca contrarrestar con la reciente remodelación del núcleo duro del Gobierno y el compromiso de relanzar el proyecto constituyente.
Boric insiste en que el fracaso en la consulta del 4 de septiembre no implica volver a la casilla de salida, sino que sigue vigente el mandato ciudadano para redactar una nueva Constitución. Para ello, ha iniciado un periodo de consultas donde los distintos actores políticos irán marcando posiciones.
Los partidos de Gobierno y algunos de oposición acordaron el lunes impulsar un nuevo proceso constituyente a cargo de un órgano electo pero que en esta ocasión contará con el asesoramiento de un comité de expertos.
Sin embargo, el Partido Republicano ha marcado clara distancia con esta iniciativa, señalando que los chilenos ya han rechazado el cambio constitucional en el plebiscito. El excandidato presidencial José Antonio Kast dijo en Twitter que “es hora de gobernar y de hacerse cargo de las urgencias de los chilenos!”, en claro repudio a la tentativa de Boric y algunas formaciones de oposición de seguir adelante con el proceso Constituyente.