La delegación diplomática chilena en Venezuela tiene hasta este viernes para abandonar Caracas. Ni un día más puede demorar la salida del cuerpo de representantes del gobierno del presidente, Gabriel Boric. La cancillería chavista ya entregó la resolución de la expulsión y La Moneda la acatará.
A Boric le tocó madrugar en Dubái, donde se encuentra de gira, para coordinar el traslado de su embajador, Jaime Gazmuri a Santiago con el tren Ejecutivo que dejó a cargo. En conjunto, definieron que Gazmuri abordara un vuelo comercial hacia la capital austral. La ministra suplente de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, con el también ministro suplente del Interior, Manuel Monsalve, son los encargados de garantizar las condiciones a la misión diplomática chilena.
Según La Tercera, el operativo para cumplir con la expulsión diplomática contará además con la participación de funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) y al director nacional del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Thayer. El cuadro espera que el despegue y aterrizaje sea “de manera adecuada”.
Salida con propósito
Aunque el mandatario chileno acatará la medida del régimen venezolano solicitó dejar asentado su desacuerdo con el cese implícito de las relaciones diplomáticas sin retroceder en la exigencia de los estándares de transparencia electoral que ameritan los comicios del 28 de julio.
Si bien el gobierno de Boric estimó una “reacción airada” por exigir transparencia en el resultado de las elecciones del domingo, descartó que la petición derivara en la expulsión de la delegación chilena. El chavismo tampoco imaginó ni esperó que una administración de izquierda, afín al socialista Salvador Allende, desconociera su fraudulenta reelección.
Para Boric, la instrucción de Maduro es sólo parte de una decisión unilateral e injustificable e incluso, recordó que, hechos similares son comparables con la Alemania Nazi y con Japón.
“Chile jamás va a ser un país proclive a romper relaciones con nadie”, dijo luego de puntualizar que “hay problemas en los que si no hay un involucramiento de las dos partes, sencillamente no se pueden resolver. Yo no puedo hacer, por más voluntad que tenga, que un avión con expulsados administrativos o judiciales aterrice en Venezuela, necesito la colaboración del gobierno para aquello”.
El presidente asume, al margen de la expulsión diplomática, como un deber exigir el respeto a la voluntad expresada en las urnas venezolanas. En ese sentido, promueve la publicación de las actas a la brevedad. En esa posición se mantendrá no sólo él. Afirma que es la misma línea de los países de la región.
Trámites consulares en suspenso
Los asuntos consulares es lo más complicado desde ahora, debido a la expulsión diplomática. En el caso del cuerpo chileno, pese a que se retirará de Venezuela, la embajada chilena permanecerá parcialmente operativa con el equipo de contratos locales que está ya funcionando.
Ello brindará la posibilidad de brindar algunas atenciones consulares a los cerca de 20.000 chilenos que residen en Venezuela. El exhorto, al respecto, desde el Ejecutivo de Boric es al respeto de los tratados internacionales que suponen la inmunidad y, sobre todo, el resguardo de las dependencias diplomáticas.
El panorama para los venezolanos que residen en Chile es más incierto. Los trámites consulares están en suspenso. Se van a quedar sin la posibilidad de hacer trámites a presenciales, porque el equipo de la embajada de Venezuela sigue sin precisar si ofrecerá asistencia más allá de contactos digitales.