El dinero comenzó a escasear en las arcas del gobierno del presidente de Chile, Gabriel Boric. No hay otra explicación para el retiro de 400 millones de dólares de las utilidades de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) que hará el mandatario para llenar la billetera fiscal.
La operación difundida por Diario Financiero, la cual implicará una transferencia directa de la petrolera chilena, es inédita. En las últimas dos décadas ninguno de sus antecesores tocó los fondos de la compañía para incentivar su crecimiento, a través de la reinversión.
Boric romperá con la tradición al gestionar el traspaso de los recursos que equivalen al 55 % de las utilidades obtenidas por la Enap en los últimos dos años ya que, en 2021, las ganancias rondaron los 141 millones de dólares y en 2022, 575 millones de dólares.
De un solo tajo, el presidente reducirá los 716 millones de dólares que ambos periodos sumaron y permanecían en la caja de la petrolera chilena a sólo 316 millones. El ministerio de Hacienda es el despacho responsable de concretar la transferencia con la estatal petrolera, que ahora se convierte en el nuevo flanco del gobierno para exprimir fondos, debido a la caída de 60 % de los aportes que recibía de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) y el pésimo desempeño que acumula en la primera mitad del año que vaticinan más números rojos para fines de 2023.
Un retiro con intenciones
“El gobierno busca otra fuente de ingresos y en este caso solicita recursos a la Enap como accionista mayoritario, porque la administración del Estado no se limita a la aprobación de una reforma tributaria”, precisa el economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, Juan Ortiz, en contacto con PanAm Post.
En ese sentido, Boric está en problemas. Su primera propuesta de recaudación fracasó en marzo en el Congreso y la segunda no suma aún acuerdos en los distintos sectores políticos.
“Si los recursos son escasos y el escenario de ingresos tributarios es un poco más complejo de lo esperado evidentemente estos son recursos entrarán a apoyar al financiamiento público”, explica Ortiz. También recalcó que “el Estado como como accionista, en este caso, en una empresa pública, solicita recursos de sus empresas”. Además, destaca que “Chile tiene proyectado un déficit de 1,9 % del Producto Interno Bruto”.
Sin embargo, la búsqueda de más dinero coincide con el escándalo de corrupción ventilado por la Contraloría chilena por una serie de convenios ilegales entre organismos estatales y fundaciones aliadas de Boric, que oscilan entre los 20 y 400 millones de dólares.
Sin limites
Nadie puede evitar los retiros de los fondos de la Enap. Según La Tercera, la política de dividendos establecida en 2005, por la cual se rige la compañía, autoriza el traspaso de un mínimo de recursos al Fisco. Esto se realiza de dos formas que son como impuesto a la renta (40 %) o como anticipo de utilidadesm en los que en este caso el porcentaje rondaría el 14 %.
En este momento la petrolera chilena es atractiva para intervenir en sus cuentas, porque “en el último tiempo se ha visto favorecida por un escenario donde ha prevalecido el incremento del precio del petróleo, que incide positivamente en cuanto a los márgenes que tiene esta empresa más allá de que las personas terminen pagando mayores costos asociados a un mayor precio del combustible para el consumo vehicular”, explica Ortiz.
Sin embargo, hay problemas. Los ingresos de las principales empresas estatales chilenas están en el piso con la administración de Boric. Los balances de las cuentas internas revelan una caída en las utilidades de 53 % en promedio, de las 10 compañías que mayor número de fondos generan para el gasto público.
En crisis
La lista de las empresas afectadas por estas políticas la encabeza, en porcentajes, la Empresa Nacional de Minería (Enami), que quedó con números rojos después de pasar de 38 millones de dólares a un déficit de 78 millones de dólares y una variación negativa de 304 %. A ella se le suman Ferrocarriles, Metro, Televisión Nacional de Chile (TVN), Correos de Chile, Metro.
Para cerrar, la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) tuvo la caída más estruendosa en términos económicos, tras sus ganancias pasar de 6200 millones de dólares en 2021 a 2900 millones de dólares, desde la toma de posesión del mandatario izquierdista. De acuerdo con El Líbero, “históricamente Codelco ha sido uno de los grandes ‘financistas’ del fisco, pero el año pasado sus utilidades se desplomaron 75 %, y dejaron de ganar 4400 millones de dólares y las ganancias pasaron de 5900 millones de dólares en 2021 a 1495 millones en 2022”.