El gobierno brasileño recordó a los diplomáticos venezolanos que representan al régimen de Nicolás Maduro que deben dejar el país antes del sábado, según se acordó en marzo pasado, confirmaron a Efe este miércoles fuentes oficiales.
En un mensaje dirigido a la embajada, la Cancillería de Brasil indicó que «según tratativas anteriores», realizadas en marzo pasado y mediante las cuales ambos gobiernos comenzaron a retirar a su personal diplomático, los funcionarios venezolanos deberán abandonar el país antes del 2 de mayo.
La medida afecta a un total de 34 diplomáticos que hasta ahora ocupaban diferentes cargos en la Embajada de Venezuela en Brasilia y en los seis consulados que el país caribeño tiene en Brasil.
Del mismo modo, el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro retiró gradualmente de Venezuela a todos sus diplomáticos. Sin embargo, aclaró que el personal local de la embajada y los consulados seguirá atendiendo a la comunidad brasileña.
El gobierno de Bolsonaro, uno de los más fuertes críticos de Maduro, reconoce como presidente legítimo e interino de Venezuela al líder opositor Juan Guaidó desde comienzos del año pasado.
Tensas relaciones
Las relaciones entre ambos países, sin embargo, comenzaron a tensarse en 2017, cuando el entonces presidente de Brasil, Michel Temer, impulsó la suspensión de Venezuela del Mercosur.
Las fricciones fueron mayores desde el 1 de enero de 2019, cuando Bolsonaro asumió el poder. El mandatario, al igual que cerca de 60 países del mundo, dejó de reconocer a Maduro como presidente de Venezuela y apoyó la proclamación de Guaidó como gobernante.
Bolsonaro también reconoció a María Teresa Belandria como legítima embajadora de Venezuela en Brasil, aunque aún con esa tensión no ha suspendido las relaciones diplomáticas con el vecino país.
Brasil es desde hace alrededor de dos años el destino de decenas de miles de venezolanos que escapan de la crisis económica, política y social de su país.
Según cálculos oficiales, desde 2018 más de 70.000 venezolanos se han instalado en Brasil, cuyo gobierno mantiene amplios programas de apoyo junto con organizaciones humanitarias y agencias de la ONU, sobre todo en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela.
Fuente: El Nacional