CARACAS.- El régimen de Venezuela anunció este lunes un acuerdo con las autoridades de Brasil para que su Embajada en Caracas asuma la representación consular de Argentina y Perú. Esta decisión se tomó tras la expulsión de los diplomáticos de estos países por orden del dictador Nicolás Maduro, después de que Buenos Aires y Lima rechazaran el fraude electoral del pasado domingo 28 de julio.
El acuerdo, que abarca no solo la representación consular sino también la custodia de «sus bienes y archivos», tiene efecto retroactivo desde el 1 de agosto, según un comunicado del Ejecutivo venezolano publicado por el ministro de Exteriores, Yvan Gil, en sus redes sociales.
Argentina había anunciado la semana pasada que Brasil asumiría su representación consular en Caracas, pero esta medida no se oficializó hasta ahora. Las autoridades brasileñas se harán «cargo de la custodia» de su Embajada en Venezuela, donde todavía permanecen refugiados, desde abril, los seis opositores venezolanos vinculados a Machado.
Entre ellos están Pedro Urruchurtu Noselli, activista político y asesor en relaciones internacionales de Vente Venezuela (VV); Magalli Meda, jefa del comando de campaña de Machado; Humberto Villalobos, coordinador electoral de VV; Claudia Macero, periodista y coordinadora de comunicación de la campaña de Machado; Omar González, jefe de campaña en el estado Anzoátegui y diputado de la Asamblea Nacional; y Fernando Martínez Mottola, experto en telecomunicaciones y asesor de Machado.
Los opositores gozan de asilo político en virtud de la Convención sobre Asilo Diplomático adoptada en Caracas en 1954, la cual dice que si los asilados no pueden abandonar el Estado junto con el personal diplomático deberán ser entregados «a la representación de un tercer Estado parte».
«Tuvimos que desarmar una vida en tres días», dijo el sábado el encargado de negocios argentino de la embajada en Venezuela, Andrés Mangiarotti, a varios medios de comunicación al llegar al aeropuerto de Buenos Aires.
Junto con otras 13 personas, Mangiarotti se embarcó el jueves en una travesía de 72 horas para retornar a su país luego de la expulsión decretada por Maduro el lunes.
El diplomático denunció que sufrieron cortes de luz en la embajada y que «había presencia policial de noche, que estaban en autos con personal que bajaban encapuchados y con armas» afuera, lo que generaba temor en seis opositores refugiados en la legación diplomática desde marzo.
«La noche del lunes para martes vinieron móviles policiales, con gente encapuchada y se pensaba que podía pasar lo peor, sobre todo los asilados, que están en esa condición porque temen por sus vidas», señaló Mangiarotti.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó al dictador Maduro como ganador de las presidenciales con algo más del 52% de los votos, por encima de un 43% atribuido a Edmundo González Urrutia, representante de la inhabilitada líder de la oposición, María Corina Machado. Los resultados detallados hasta ahora no han sido presentados.
En tal sentido, la comunidad internacional solicitó una mayor transparencia y un escrutinio de las actas electorales para determinar el verdadero ganador de los comicios. Como resultado, el régimen de Maduro ordenó la expulsión de su personal diplomático.
Organismo en manos de la tiranía
El organismo electoral del país sudamericano proclamó vencedor al mandatario, aunque todavía no ha presentado los recuentos de votos para demostrar el triunfo. Maduro anunció la víspera en un mitin que su gobierno ha arrestado a 2.000 opositores y advirtió que se detendrían a más personas.
Tras celebrarse las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, Venezuela sufre una crisis postelectoral por la falta de transparencia en la demostración de las actas de votación que según el régimen dan como ganador a Nicolás Maduro. El proceso de votación se llevó a cabo con normalidad salvo algunas escaramuzas. Una vez cerradas las mesas, se inició el envió electrónico de las actas; pero cerca de las 9 de la noche, se paralizó este envío y comenzó la confusión.
El régimen asegura que el sistema del Consejo Nacional Electoral fue hackeado. El subjefe de la misión en Venezuela del Centro Carter, Patricio Ballados, se refirió a la denuncia por parte del régimen sobre un hackeo afirmando que «un ataque vía internet es prácticamente imposible”.
Crisis postelectoral
Esta crisis postelectoral se ha trasladado a las calles con masivas movilizaciones en las que miles de seguidores de la oposición han alzado sus voces en diferentes partes del país, para reclamar que el Consejo Nacional Electoral publique las actas de votación, ya que la oposición venezolana colgó en un portal alterno, cerca del 80% de las actas donde aparece como ganador Edmundo Gonzáles Urrutia.
Esta plataforma alterna ha sido cambiada varias veces de dominio, ya que por razones desconocidas, las direcciones (url) son bloqueadas en los servidores. Cada elector en Venezuela, haya votado o no, con su número de cédula de identidad puede verificar el resultado de la mesa donde está inscrito. Cuando se hace la consulta aparece la imagen del acta donde se puede visualizar perfectamente los votos totales, y las firmas de los miembros de mesa. Esta comprobación no ha podido ser contrarrestada por el régimen que se niega a publicar sus supuestas actas.
Las manifestaciones han sido reprimidas por funcionarios del régimen y por su ya conocidos colectivos, conformado por hombres civiles fuertemente armados que no muestran sus rostros y que disparan contra las manifestaciones populares.