En línea con la tendencia alcista de los dos meses anteriores, en julio las ventas minoristas en Brasil crecieron 5,2%. Los últimos datos consolidan los signos de recuperación de la economía brasileña tras la pandemia de coronavirus.
Sostenido por el ‘auxilio emergencial’ de 600 reales (u$s 110) que la Administración Bolsonaro otorga desde abril y que decidió extender hasta fin de año, con un nuevo monto reducido de 300 reales (u$s 55), las personas aumentaron sus consumos en un contexto de flexibilización de las restricciones por la pandemia.
De hecho, el volumen de ventas entre mayo y julio creció un 8,7% (11,2% si se incluye la venta minorista ampliada, es decir, vehículos, autopartes, repuestos y materiales para la construcción) y de todas las empresas encuestadas por el Instituto Brasileño de Estadística y Geografía (IBGE) sólo el 8,1% reportaron un impacto en sus ingresos por las medidas de aislamiento social, es decir, 4,1 puntos porcentuales menos que en junio y 20 por debajo de abril, cuando las cuarentenas tuvieron su mayor impacto.
Siete de los ocho rubros encuestados registraron crecimientos en sus ventas en julio: la suba está liderada por libros, diarios, revistas y papelería (26,1%); textil, indumentaria y calzado (25,2%); equipos y material de oficina, tecnología y comunicaciones (11,4%); artículos farmacéuticos, médicos, ortopédicos, de perfumería y cosmética (7,1%); combustibles y lubricantes (6,2%); otros artículos uso personal y doméstico (5,0%); muebles y electrodomésticos (4,5%).
El único sector que no reportó un aumento en el volumen de ventas fue el de hipermercados y supermercados, alimentos, bebidas y tabaco. Sigue siendo, sin embargo, una de las pocas categorías –junto con productos de farmacia y médicos– que puede mostrar resultados positivos en el acumulado de 2020.
El sector está siendo vigilado por el gobierno de Jair Bolsonaro que teme un aumento de la inflación, arrastrada por el precio de los alimentos. Según Folha de Sao Paulo, un grupo de funcionarios podría reunirse el próximo viernes con la Cámara de Comercio Exterior (Camex) para evaluar el levantamiento de aranceles en las importaciones de arroz (12%) para los países fuera del Mercosur. También se está analizando tasa cero para el maíz y la soja –ambos están gravados con el 8%, excepto para los países del Mercosur donde la tasa es cero–, pero eso sería en otro momento.
Según los comercios, el aumento de precios se debe a la falta de stock de algunos alimentos básicos debido a que los productores no están vendiendo su cosecha.
Por otra parte, algunos economistas proyectan que el nivel de consumo pueda verse afectado en los próximos meses, ya que si bien el gobierno decidió prolongar los llamados ‘coronavouchers’ –un beneficio mensual para ayudar a trabajadores informales, cuentapropistas, microemprendedores y desempleados durante la pandemia– desde septiembre el pago comenzará a ser de 300 reales en lugar de los 600 reales que se otorgaban hasta agosto. Unas 66 millones de personas reciben el ‘auxilio emergencial’, que ha sido un factor fundamental en el aumento de la popularidad de Bolsonaro. Sin embargo, se estima que entre abril y el agosto el programa le costó al país cerca de 254 mil millones de reales (u$s 45 mil millones) el equivalente a puntos 7 del PBI, lo que volvió a tensar la relación entre el presidente y su ministro de Economía, Paulo Guedes, cuya meta es reducir el gasto público.
Fuente: El Cronista