El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, anunció que deportará a varios miembros del cuerpo diplomático venezolano luego de que la embajadora de Nicolás Maduro en ese país, Irene Rondón, recibiera en esa sede diplomática al exmandatario Luiz Inácio Lula Da Silva.
Según dieron a conocer las autoridades de ese país, los representantes del Gobierno de Venezuela tienen un plazo máximo de 10 días para apelar a la decisión del Gobierno de Brasil, por lo que a finales de este mes se podría conocer cuál será el futuro de las relaciones entre estas dos naciones, que son gobernadas por políticos completamente opuestos.
Aunque este jueves se conoció que el habeas corpus recibido el año pasado no fue renovado, lo cual termina dejando sin opciones a los venezolanos.
Esa declaración la hizo en una sesión de la Comisión de Investigación Parlamentaria (CPI) sobre la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Brasil.
En la sesión, Murillo ha precisado que las propuestas de la farmacéutica se realizaron entre agosto y febrero de 2020, con un cronograma que marcaba la entrega de 1,5 millones de dosis para diciembre de 2020 y 2,5 millones para marzo de 2021, lo que finalmente no se produjo debido al encallamiento de las negociaciones.
“Nuestra oferta del 26 de agosto, al ser vinculante, y al estar en este proceso (de negociación) con todos los gobiernos, era válida durante 15 días (…). El Gobierno de Brasil no la rechazó, pero tampoco la aceptó”, ha agregado, para referirse a que en el plazo marcado el Ejecutivo no atendió la propuesta.
Murillo ha confirmado también que envió en septiembre una carta al presidente Jair Bolsonaro y algunos de sus ministros insistiendo en el interés de la farmacéutica por aportar vacunas a Brasil, la cual no obtuvo respuesta hasta dos meses después.
A partir de ello, se llevaron a cabo entrevistas entre la empresa y las autoridades brasileñas, en las que participó, entre otros, el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, hijo del mandatario.
Brasil paraliza la producción de la vacuna de Sinovac
Además de los problemas con Pfizer, esta semana también se conoció que el gigante sudamericano paralizó la producción de la vacuna contra el coronavirus CoronaVac, de la farmacéutica china Sinovac, por falta de materia prima, mientras ha entregado al Ministerio de Salud 1,1 millones de dosis.
El instituto está a la espera de que el Gobierno chino autorice la exportación de un lote de 10.000 litros del Ingrediente Farmacéutico Activo (IFA), equivalente a 18 millones de dosis.
Esta cantidad de insumo es la necesaria para producir las vacunas previstas para entregarse al Gobierno en mayo y junio, según ha precisado el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, recoge el medio brasileño G1.