Brasil extrajo un promedio de 2,94 millones de barriles diarios (Mb/d) de petróleo en 2020 y superó al tercer mayor productor de crudo de la OPEP, Emiratos Árabes Unidos, que registró 2,78Mb/d.
Según los últimos datos del regulador local ANP, la producción brasileña aumentó 5,5% respecto de los 2,79Mb/d de 2019.
Ese año el volumen fue 300.000b/d menor que el de Emiratos Árabes, pero 107.000b/d superior al de Kuwait, cuarto mayor productor de crudo de la OPEP detrás de Arabia Saudita, Irak y Emiratos Árabes.
En 2017 y 2018, la producción emiratí y kuwaití fue respectivamente de 2,7Mb/d y 2,9Mb/d, en comparación con los 2,6Mb/d de Brasil.
El incremento de Brasil obedeció principalmente al aporte de los campos presalinos de la estatal Petrobras en la última década, particularmente Tupi (antes Lula) y Búzios en la cuenca Santos.
Con cuatro FPSO operando, Búzios superó a Sapinhoá como segundo campo más prolífico del país y va camino a convertirse en el mayor productor, ya que Petrobras planea instalar hasta ocho nuevas plataformas de producción en el área.
El plan estratégico 2021-2025 de la estatal contempla la primera producción de 13 FPSO, incluidas las próximas 4 unidades que se instalarán en Búzios. Dos de ellas, Guanabara en el campo Mero y Carioca en Sépia, debieran entrar en funcionamiento este año.
Mientras tanto, operadores como Equinor y Shell esperan obtener los primeros barriles en los campos marinos Bacalhau y Gato do Mato esta década.
Aun así, Brasil todavía no recupera su producción a niveles prepandémicos. En enero de 2020 había alcanzado un récord de 3,1Mb/d.
En un informe reciente, S&P Global Platts indicó que esperaba que Brasil agregara alrededor de 120.000b/d de petróleo en 2021 y 150.000b/d en 2022, gracias al escalamiento e inicio de proyectos del presal.
La ANP proyecta que la producción de crudo costa afuera en 2021 promediará 3,08Mb/d, mientras que para áreas costa adentro se estiman 97.000b/d en total.
Fuente: Bnaméricas