En la Lista Engel, impulsada el año pasado por el representante federal Eliot Engel, Estados Unidos identificó a más de 50 funcionarios y exfuncionarios —incluidos expresidentes y legisladores activos— de Guatemala, Honduras y El Salvador sospechosos de corrupción o de socavar la democracia en tres países centroamericanos.
En cuanto a El Salvador, en la lista fueron incluidos exfuncionarios del gabinete, un juez y la jefa de despacho de Bukele. La comisionada presidencial para operaciones y gabinete de gobierno, Carolina Recinos, se ha mantenido lejos de los reflectores desde que su nombre apareció en mayo en una lista más corta del Departamento de Estado, pero los funcionarios del gobierno afirman que sigue presente en las oficinas presidenciales.
La lista del jueves detalló que ella “se involucró en corrupción significativa al hacer mal uso de fondos públicos para beneficio personal” y que participó en una red de lavado de dinero.
Estados Unidos también identifica como corruptos al exministro de Agricultura, Pablo Salvador Anliker; el secretario jurídico de la Presidencia de la República, Conan Tonathiu Castro; el ministro de Trabajo, Rolando Castro; el viceministro de Seguridad y director de Centros Penales, Osiris Luna; y el exministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas.
La lista también incluyó a dos expresidentes de la Asamblea Legislativa, entre ellos Walter Araujo, que abandonó el partido conservador Arena para convertirse en un líder del partido Nuevas Ideas, al que pertence Bukele.
De acuerdo con la lista, Araujo fue incluido por “exhortos a la insurrección contra la Asamblea Legislativa y amenazar repetidamente a candidatos políticos”. Él respondió en Twitter diciendo que no será callado por “gringos” ni por periodistas sin escrúpulos. “Si por defender a mi pueblo y a mi gente me ponen en una lista Engel…. me pueden poner 100 veces más”, tuiteó.
Bukele también reprochó que, en la Lista Engel de Honduras “no pusieron ni un solo miembro del Gobierno, a pesar de que su presidente y ministros están acusados, con pruebas, de corrupción y narcotráfico y que tienen ocho años de estar en el gobierno”.
“Pero claro, ahora los intereses políticos son distintos”, sostuvo, “Ahí el interés es fortalecer al partido Nacional de Honduras, para las elecciones presidenciales de noviembre. El que tenga ojos para ver que vea”, agregó.
Fuente: Diario las Américas