Carta de Embajador Gustavo Tarre a Luis Almagro por su nuevo inicio de gestión como Secretario de la OEA

En mayo del año 2015, al tomar posesión de su cargo como Secretario General de la OEA dijo Luis Almagro:
“En 2020, al finalizar mi mandato, la OEA debería ser reconocida como el foro político hemisférico, que con participación igualitaria de todos los países de las Américas, trabaja, en un clima de paz, para fortalecer la democracia, promover y proteger los derechos humanos, impulsar el desarrollo integral y la seguridad multidimensional para así apoyar la prosperidad con oportunidades de progreso para todos.
Nuestro lema será: Más Derechos para más gente en las Américas”
Ese propósito no se quedó en mera retórica, se ha cumplido. Pero no ha sido fácil ni ha estado ausente la polémica como suele ocurrir cuando los planteamientos se fundamentan en convicciones y se busca resolver radicalmente los problemas.
La llegada de Luis Almagro a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos en el año  2015 significó que este foro de todas las naciones del Continente, se convirtiera en el centro de discusión de los problemas reales del hemisferio.
El nuevo Secretario General promovió el debate  sobre la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos, utilizando todas las herramientas legales que posee la organización, innovando mecanismos para la lucha contra la corrupción, la mala administración y políticas públicas que empobrecen a los pueblos, la trata de personas y el maltrato a la mujer y a las minorías, las violaciones masivas de derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad que se cometen en algunos países .
Luis Almagro asumió la defensa de la democracia venezolana y la denuncia de la dictadura.  Desde muy temprano advirtió  sobre el acelerado deterioro y la gravísima crisis humanitaria que se avecinaba. Los 4 informes elaborados entre 2016 y 2017 señalaban la ruptura del orden democrático, la eliminación del derecho al sufragio universal y la desaparición del Estado de Derecho.
Convocó a un grupo de expertos que durante un año trabajó para preparar un Informe sobre los Crímenes de Lesa Humanidad, y lo envió a la Corte Penal Internacional, logrando además que 6 países miembros del Estatuto de Roma lo suscribieran.
El Secretario General Almagro ha asumido la defensa de la democracia en todos los países en los cuales se atenta en contra de ella:  Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia.
Luis Almagro ha trazado un camino y lo ha seguido con fuerza y convicción.  Ahora tiene el reto de proseguir y para ello resultarán esenciales dos rasgos que  quisiera resaltar de su personalidad:
El coraje y el apego a los principios. Ambas características tienen que ir de la mano para que tengan algún sentido.
Señor Presidente, el ejercicio de la Secretaría General de la OEA en estos tiempos de pandemia, de recesión y de crisis política va a requerir de mucho coraje, mucha convicción y un gran sentido de la responsabilidad.  Estamos convencidos que Luis Almagro es el hombre adecuado para los tiempos difíciles que vivimos. Le corresponderá, como él mismo lo acaba de decir con relación a la OEA, ser la voz de los que no tienen voz.
En estos tiempos de virus y de pandemia, de lucha entre la vida y la muerte, entre el bienestar y la penuria, no puedo dejar de  volver a mencionar a Venezuela.  Desde hace 20 año se viene librando en Venezuela una batalla difícil y cruenta entre la democracia y la dictadura, entre los derechos humanos y la represión, entre  la corrupción y la honestidad republicana, entre la demagogia y la responsabilidad, entre el coraje y el miedo, entre los hombres rectos y de principios y aquellos que tienen bisagras en la espina dorsal.  En esta lucha, contar con el apoyo firme, vertical,  constante y afortunadamente muchas veces crítico  de Luis Almagro es un privilegio, es algo que los venezolanos recordaremos siempre.
En nombre del gobierno legítimo de Venezuela, transmito a Luis Almagro las felicitaciones de nuestro pueblo