En las últimas horas ha escalado la inestabilidad política en Perú con los más recientes acontecimientos que ponen en alerta al presidente Pedro Castillo, quien aparentemente ya se ve con un pie afuera del palacio de gobierno. Y es que la Fiscalía peruana, luego de presentar la semana pasada una denuncia constitucional contra el mandatario, anunció este miércoles que cuenta con 190 elementos probatorios que sustentan la acusación de que Castillo lidera una organización criminal. Por su parte, el mandatario recurrió a la Organización de Estados Americanos (OEA) para pedirle que tome «medidas de urgencia» ante lo que él califica como «una nueva modalidad de golpe de Estado».
«Esta denuncia contiene una serie detallada de imputaciones y cada imputación tiene un correlato probatorio. Este acervo probatorio de más de 190 elementos sustenta detalladamente cada marco de la acusación para que la defensa ejerza el derecho que le corresponde», precisó el fiscal adjunto supremo Marco Huamán durante una rueda de prensa.
Aunque no ofreció detalles de las pruebas por no estar autorizado por la ley para divulgar dicha información, recalcó que la acusación de la fiscal general Patricia Benavides «es el resultado de diligencias preliminares o de actos de investigación que se han realizado autorizados por un juez supremo» y que «la revelación o no de este material probatorio depende del Congreso».
Castillo pide a la OEA evitar un «golpe de Estado»
Pedro Castillo se siente acorralado. Ante el historial de destituciones o renuncias forzadas de sus antecesores, el mandatario pidió a la OEA que tome «medidas urgentes» para «abrir un diálogo entre los diversos poderes del Estado». Todo indica que las investigaciones en su contra la hacen presumir que su salida del poder podría estar cerca.
«Solicitar a usted, señor secretario general (Luis Almagro), que disponga las medidas de urgencia que permitan abrir un diálogo entre los diversos poderes del Estado para resolver la crisis política que afecta a la democracia peruana, evitando al mismo tiempo la configuración de una nueva modalidad de golpe de Estado», señala la carta enviada por Castillo a la OEA.
En esta misiva, fechada el 12 de octubre pero que se conoció ese miércoles, se invoca además la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, según reseña EFE, acogiéndose al artículo 17 que establece que cuando un gobierno «considere que está en riesgo» su proceso democrático, puede recurrir al secretario general «a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática».
Habrá sesión extraordinaria este jueves
La OEA respondió sin demora. Este jueves se celebrará una sesión extraordinaria en la que se analizará la «situación en Perú», atendiendo a la solicitud que hiciera el presidente Pedro Castillo. El canciller peruano, César Rodrigo Landa, será el encargado de hacer la presentación del caso ante el Consejo Permanente.
La denuncia constitucional presentada por la fiscal Patricia Benavides el pasado martes obedece a la presunción de que Castillo lidera una organización criminal, sumado a un presunto caso de tráfico de influencias y complicidad en colusión. «No hay vicio más execrable que la codicia, sobre todo entre quienes gobiernan la nación, pues servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable», dijo en un mensaje televisado la fiscal de la Nación.
La continuidad de Pedro Castillo en el poder parece pender de un hilo. En los próximos días el Congreso peruano debatirá dos propuestas: un tercer pedido de vacancia que parece ganar más adeptos que las anteriores solicitudes o la suspensión del cargo durante un año mientras termina la investigación en su contra.