MIAMI- La Asamblea Nacional chavista anunció este martes una convocatoria pública dirigida a «funcionarios interesados» en postularse para el proceso de selección de candidatos que sustituirán al oficialista Tarek William Saab en el Ministerio Público, tras siete años en el cargo.
A través de la red social X, el Parlamento, subordinado al régimen venezolano, comunicó que los aspirantes debían presentar sus documentos ante el Comité de diputados desde el martes 15 hasta el lunes 21 de octubre. Asimismo, señaló cuáles son los «requisitos» para optar al cargo.
Paralelamente al anuncio de la Asamblea chavista, el ministro de relaciones exteriores del régimen, Iván Gil, emitió una inédita aclaratoria para distanciarse de las declaraciones de Tarek William Saab, quien acusó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de actuar en beneficio de la CIA.
Gil expresó que las declaraciones de Saab no representaban «en ningún momento los lazos de hermandad y solidaridad» que unen a Brasil y Venezuela.
«Agentes de la CIA»
El domingo, Tarek William Saab arremetió contra Lula Da Silva y el presidente de Chile, Gabriel Boric, señalándolos como «agentes de la CIA» y criticando la postura de Lula tras su encarcelamiento.
Las declaraciones tuvieron lugar durante una entrevista en el programa «Análisis Situacional» del canal afín al régimen Globovisión.
Saab afirmó que el mandatario brasileño «no es el mismo que sale de prisión por todo lo que se le acusó ahora, ni en su físico ni en cómo se expresa», destacó.
Asimismo preguntó durante la entrevista con tono sarcástico: «¿Quién eres tú para actuar como el CNE de Venezuela?»
La reciente controversia en torno a las declaraciones de Tarek William Saab, evidencia las crecientes fisuras dentro del régimen venezolano, que se profundizan tras las fraudulentas elecciones del 28J.
La necesidad del Parlamento chavista de distanciarse de las acusaciones de Saab contra el mandatario brasileño, refleja una estrategia de control de daños, mostrando cómo las disputas internas están emergiendo con mayor frecuencia. Mientras los sectores del régimen intentan proyectar una imagen de cohesión, las diferencias empiezan a aflorar, revelando un proceso de fragmentación que podría intensificarse en medio de la pérdida de legitimidad y cuestionamientos internacionales.