El año 2022 ha sido bastante acontecido, y para Chile no ha sido la excepción. Se rechazó el proceso constituyente de manera contundente, llegó el ultraizquierdista Gabriel Boric al Gobierno, mientras que la calidad de vida de los chilenos ha empeorado. No obstante, las distintas fuerzas políticas en lugar de velar por los problemas de delincuencia, inflación, vivienda, migración, entre otros, prefirieron terminar el año con un acuerdo que abre un proceso constituyente 2.0. En esta nota repasamos lo más prominente del año político 2022 en Chile.
El fracaso del proceso constituyente
Enero comenzó con el proceso constituyente en pleno curso. Hasta ese entonces, la Convención Constitucional llevaba seis meses de ejercicio y no había escrito ningún artículo para la propuesta de nueva Constitución. Recién estaban discutiendo en las distintas comisiones las propuestas con respaldo ciudadano. No obstante, dado los ánimos canceladores que caracterizaron el proceso, rechazaron las más sensatas como ‘Con mi plata no’, iniciativa que tuvo el mayor respaldo ciudadano (con más de 60 mil firmas) que aseguraba la propiedad sobre los fondos de pensiones.
Asimismo, el desarrollo de la Convención Constitucional tuvo tonos sumamente radicales: pluralismo jurídico, desmilitarización de las policías, se afectaba la autonomía del Banco Central, se instalaba un parlamentarismo de facto, el aborto quedaba como rango constitucional sin límites y sin objeción de conciencia, los padres perdían el derecho preferente a elegir la educación de sus hijos, se acababa el derecho de elegir en materia de salud, entre numerosos otros ejemplos.
A pesar de lo anterior, el Gobierno de Gabriel Boric se camiseteo por la opción Apruebo. La diputada comunista, Karol Cariola, lideró la campaña en terreno, habló de «marcar las casas» que iban por dicha opción, y ella junto al diputado del Partido Liberal, Vlado Mirosevic, modificaron la polera de la selección chilena de fútbol con una gran A de Apruebo generando numerosas críticas. De hecho, distintas autoridades llegaron hasta autografiar ejemplares de la nueva Constitución y regalarlas en las ruedas de prensa, acciones que también fueron puestas en duda.
Sin embargo, desde abril, las distintas encuestas de opinión empezaron a develar un cambio en la opinión ciudadana sobre una nueva Constitución, pues por primera vez el Rechazo superó al Apruebo, tendencia que se fue fortaleciendo medianamente pasaban las semanas. De hecho, prontamente surgieron narrativas que llamaban a «aprobar para reformar», a pesar de que distintos personajes del Partido Comunista sostuvieron que no había nada que modificar de la propuesta constitucional.
Por consiguiente, en el plebiscito de salida del 4 de septiembre el 62% de los chilenos rechazaron contundentemente la propuesta de nueva Constitución. Esta fue una votación histórica ya que, a diferencia de las elecciones de los últimos años, esta estipuló el voto obligatorio. De hecho, en cantidad de votos la opción Rechazo obtuvo más respaldo que todo el padrón que fue a votar en el plebiscito de entrada de octubre de 2020.
Claramente, estos resultados implican una derrota para el Gobierno de Gabriel Boric y el oficialismo, quienes actuaron como jefes de campaña. Sin embargo, su plan de Gobierno continúa con las preocupantes reformas de Pensiones y la Previsional, que buscan desmantelar la institucionalidad chilena.
Los pésimos nombramientos de Boric
Empero, mientras el proceso constitucional estaba en curso, el Gobierno del Frente Amplio-Partido Comunista cometió numerosas fallas a propósito de las malas decisiones políticas.
Gabriel Boric sostuvo en su campaña presidencial que no pagaría favores políticos, con el lema ‘No más pitutos’, cosa que no cumplió, si se observa el nombramiento de autoridades que representan a Chile en el mundo internacional. La excandidata a la presidencia Paula Narváez (Partido Socialista) fue designada como embajadora de Chile ante la ONU. Además, Bárbara Figueroa (Partido Comunista) es la embajadora de Chile ante Argentina. Hace poco, Beatriz Sánchez (ex convencional del Frente Amplio) fue nombrada embajadora en México. Lo polémico es que ninguna de ellas tiene formación en Diplomacia o Política Exterior, motivo por el cual la Academia de Diplomacia sostuvo en un comunicado que es deseable el nombramiento de embajadores de carrera en lugar de pagar favores políticos.
De hecho, uno de los nombramientos más polémicos fue quien asumió como embajador en España: Javier Velasco (Frente Amplio) es amigo personal de Boric, y ha protagonizado numerosas polémicas. Velasco criticó los últimos 30 años en el Foro de Nueva Economía en Madrid, generando rencillas públicas con el expresidente Ricardo Lagos. Además, Velasco apareció en una fotografía abrazando unos pies femeninos descalzos en un automóvil oficial de la embajada en el mes de septiembre, la cual fue viralizada en Chile. Por ello, Boric instó a la canciller Antonia Urrejola a que pusiera “en orden” a Velasco.
Por otro lado, Izkia Siches, inicialmente ministra del Interior, protagonizó numerosas polémicas. En marzo visitó la macrozona sur en la fue recibida por la guerrilla mapuche con balas y tuvo que devolverse a la capital; también denominó dicha zona como ‘Wallmapu’ y afirmó que no tendría fronteras con Argentina, generando una de las primeras controversias a nivel internacional, pues parlamentarios de dicho país acusaron que estos dichos “afectan la soberanía nacional”; asimismo, Siches junto a Camila Vallejo (vocera de Gobierno) trataron de impulsar un ‘Manual de Prensa’ que indicaba directrices a los medios de comunicación de cómo deben informar; en una visita a la región de Tarapacá confundió al director del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Thayer Correa, con Luis Thayer Ojeda (historiador y genealogista quien falleció en 1942). Por estas y otras polémicas, Siches fue removida del cargo en el primer cambio de gabinete, la semana posterior al plebiscito de salida.
La errática política internacional
Boric, por su parte, protagonizó varias controversias con figuras internacionales. La primera fue en el Cambio de Mando, en la que Boric acusó que la ceremonia se retrasó por culpa del Rey de España, Felipe VI, no obstante desde la Corona Española desmintieron que fuese así provocando el primer problema internacional. Por ello, el periodista español Carlos Herrera denominó al presidente chileno como “merluzo”.
Posteriormente, en su visita a Argentina, Boric junto a Alberto Fernández afirmaron que desean avanzar en un multilateralismo latinoamericano —Grupo de Puebla—. Además, a ninguno de los dos les generó problema hablar de “Wallmapu” a pesar de que tanto los argentinos como los chilenos no están de acuerdo con dicha denominación, generando controversia en ambos países.
Luego, cuando Boric tuvo su gira en Norteamérica, decidió hablar en inglés y en francés ante Justin Trudeau. No obstante, se equivocó en varias oportunidades. En sí, no es una falta grave que un mandatario no domine algún idioma, pero ante esa situación es preferible que hable su lengua materna y use traductor simultáneo. Pero Boric, trató de maquillar su ignorancia lo cual no tuvo frutos ya que fue corregido en varias ocasiones por el mismo mandatario canadiense.
Empero, la gran controversia fue cuando insultó a Estados Unidos por “no estar presente” en la IX Cumbre de las Américas. Sin embargo, desde la delegación chilena tuvieron que corregirlo inmediatamente porque John Kerry, el representante de la Casa Blanca para el Clima, estaba a tres asientos de Boric, protagonizando así una nueva bochornosa controversia para el Estado chileno en materia internacional.
Profundización del caos nacional
En el plano nacional, la calidad de vida de los chilenos ha empeorado sustancialmente. En octubre, la institución Paz Ciudadana sostuvo que el país alcanzó un récord histórico en la percepción de inseguridad (28 puntos). Esto se debe a la llegada del crimen organizado y de carteles internacionales al país (jamás conocidos por los chilenos anteriormente); el aumento de los homicidios y la violencia asociada a los delitos. Asimismo, la guerrilla mapuche en la macrozona sur continúa escalando.
En la dimensión económica preocupa la inflación, ya que en noviembre alcanzó el 13,3% interanual (+5 puntos que octubre). Recordemos que, en el mes de julio, el dólar alcanzó niveles históricos en relación al peso chileno, equivaliendo a $1.000 pesos chilenos —tendencia que se ha ido revirtiendo lentamente—. Recientemente, los chilenos se encontraron con la noticia que la UF (Unidad de Fomento) pasó la barrera de los $35.000 pesos chilenos, afectando directamente los arriendos, las colegiaturas, créditos hipotecarios y de consumo, primas, seguros, entre otras cosas. Por ello, los expertos hablan de que Chile está pasando por una recesión desde el primer trimestre del 2022 y se espera que sea así hasta mediados de 2023. Asimismo, se estima que el PIB caiga entre -2,0 a 3,0% en el próximo año, provocando pérdidas de empleos y destrucción de fuentes de trabajo.
No se puede dejar de mencionar la profunda crisis migratoria que vive Chile, que ha afectado tanto a los chilenos —principalmente en la frontera norte, pero se extiende a lo largo del país— como a los inmigrantes. Sus causas son múltiples (como la dictadura de Nicolás Maduro), pero hay un déficit habitacional afectando a la convivencia social de manera grave. De hecho, el FBI y la DEA visitaron en diciembre Chile para ayudar en la crisis migratoria y de seguridad que afecta al país.
A pesar de todo lo relatado, posterior al plebiscito de salida (4 de septiembre) las distintas fuerzas políticas centraron sus esfuerzos en continuar con el proceso constituyente. Durante casi cien días hubo negociaciones, en las que culminaron el 12 de diciembre con el ‘Acuerdo por Chile’. En él se establecieron doce bases constitucionales las cuales el nuevo órgano (denominado ahora Consejo Constitucional y no Convención) tendrá que respetar.
En esta ocasión serán 50 miembros electos por la ciudadanía, quienes deberán trabajar en un anteproyecto elaborado por un grupo de 24 expertos. Posteriormente, un Comité Técnico de Admisibilidad visará el trabajo del Consejo. Finalmente, la propuesta será plebiscitada con voto obligatorio.
No obstante, desde distintos sectores no quedaron conformes con las bases constitucionales por diferentes motivos. De hecho, el escritor Cristián Warnken (centroizquierda, del partido político en formación Amarillos por Chile, quien fue crítico del 18-O) fue escrachado en su domicilio la noche del 26 de diciembre por anti-fascistas en bicicleta, develando que la anomia social sigue presente en el país y el descontento desde la extrema izquierda a las bases constitucionales.
Sin embargo, no cabe duda que el punto más preocupante del Acuerdo es aquel que sostiene Chile es un “Estado social y democrático de derecho” el que ya es interpretado desde múltiples miradas antagónicas, pero que desde ya asegura el aumento del aparato estatal más que poner el foco en su eficiencia.
En suma, el año 2022 para Chile no ha sido uno particularmente positivo porque hay urgencias esperando a ser solucionadas por la voluntad política: orden público, el costo de vida, crisis migratoria y la anomia diseminada en el país. Si bien, los chilenos rechazaron contundentemente el proyecto de nueva Constitución y los ánimos radicales que implicaba aquello, este proceso aún no termina, perpetuando la incertidumbre. Por lo anterior es posible explicar porque Boric termina con un 66% de desaprobación en la última semana de diciembre y con una desconfianza ciudadana del 65%, según la encuesta Cadem. Si bien, los chilenos se salvaron del abismo, aún siguen rodeándolo.