EEUU, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, España, la Eurozona, Colombia, México…Todas estas economías sufrieron caídas sin precedentes en su Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de este año como consecuencia del coronavirus y las medidas de restricción para contener la pandemia.
Y Chile no fue la excepción.
De acuerdo al Banco Central, el PIB del país experimentó una contracción récord de 14,1% en trimestre abril-junio de 2020, periodo que tuvo un día hábil menos que el mismo periodo del año anterior, resultando en un efecto calendario igual a -0,1 puntos porcentuales.
La cifra supone la mayor caída de la actividad desde la crisis de 1982 y estuvo prácticamente en línea con las proyecciones de los expertos.
Desde la perspectiva del origen, todas las actividades presentaron caídas con excepción de la minería, los servicios financieros y la administración pública.
Acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, el PIB se redujo 13,2% respecto del trimestre anterior, resultado que fue explicado por contracciones en la mayoría de las actividades, siendo servicios personales, construcción, comercio y transporte las de mayor incidencia.
En contraste, minería fue la única actividad con cifras positivas, aunque con un dinamismo menor que el del trimestre anterior.
Coherente con las medidas de confinamiento y el desempleo sin precedentes que afecta a unas 2,7 millones de personas, el emisor dijo que la demanda interna determinó el resultado del PIB, anotando una caída de 19,1% (-2,8% en el primer trimestre).
El consumo de los hogares presentó una disminución de 22,4%, reflejo principalmente del componente de servicios. Le siguió en incidencia el gasto en bienes no durables y, más atrás, el de durables.
Y en medio de la delicada situación de la economía, la inversión sufrió una contracción casi sin precedentes. De acuerdo a la entidad dirigida por Mario Marcel, la formación bruta de capital fijo se contrajo 15,1%.
“El componente de construcción y otras obras disminuyó debido a una menor edificación y al aplazamiento de proyectos de inversión. Asimismo, la inversión en maquinaria y equipos también cayó, en línea con menores importaciones de equipos de transporte y maquinaria de uso industrial”, dijo el BC.
La variación de existencias incidió negativamente en la inversión, alcanzando un ratio acumulado en doce meses igual a -0,3% del PIB, a precios del año anterior, agregó.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones cayeron 2,8%, mientras que las importaciones lo hicieron en 21,4%. En las primeras, el resultado se explicó por el componente de servicios –en especial el turismo–, compensado en parte por un aumento de los envíos de bienes.
Por su parte, en las importaciones la contracción obedeció tanto al componente de bienes como de servicios, destacando en el primero las menores internaciones de productos metálicos, maquinaria y equipos.