OSCAR ELÍAS BISCET,
En la historia contemporánea de las relaciones de Cuba y Estados Unidos de América se han destacado muchas personalidades cubanoamericanas por el restablecimiento de la Cuba libre y democrática. Algunas de esas personalidades definieron esos anhelos en la Ley Libertad de 1996 o Ley de la Libertad y Solidaridad Democrática con Cuba.
La ley Libertad, 1996, garantiza la libertad del pueblo cubano y la devolución de la Base Naval de Guantánamo en un países soberano e independiente. Estos conceptos nos llevan a la admiración y felicitación de sus autores, los cubanoamericanos Iliana Ros Lehtinen, Lincoln Díaz Balart y Bob Menéndez y sus conciudadanos del Congreso estadounidense Jesses Helms, Dan Burton, Paul Corverdeli, Olympia Snowe, Charles Robb, Ben Gilman, Robert Torricelli y Fred Thompson.
La Ley Libertad de Helms-Burton y las presiones constantes para el cumplimiento de las obligaciones contraídas, los cubanoamericanos Lehtinen, Díaz-Balart, Menéndez y otros ciudadanos estadounidenses lograron la expulsión de la base militar rusa y los últimos soldados de la presencia masiva soviética (rusos) que mancillaban el suelo patrio cubano, 2001.
El régimen castrosocialista convirtió a Cuba en una isla bases militar gigante de ocupación por la Unión Soviética, con cerca de 50 mil soldados, múltiples bases nucleares, una base de submarino y de radio espionaje que rompieron y echaron por tierra la Doctrina Monroe sobre la invasión por ejércitos extra continentales a Las Américas.
La revolución reaganiana de los 80 salió triunfadora sobre el socialismo real durante la Guerra Fría, con la caída del Muro de Berlín, 1989, la reunificación de Alemania en la Federal, 1990, la desintegración de los regímenes comunistas en los países europeos orientales, la descomposición de la Unión Soviética, 1991, y el aseguramiento de la democracia representativa y el sistema de libre empresa en el mundo.
EEUU posee un buen plan estratégico y táctico con la Ley Libertad de 1996. A pesar de ello, no pudo lograr las modificaciones hacia la libertad y la democracia en la Isla castrista. Nunca pusieron en práctica ese idóneo programa y dejaron las trasformaciones a la buena voluntad de la junta militar tiránica de Cuba. Arbitrariamente denegaron la política de cambio de régimen, que lo fortaleció como país delictivo y narcoestado, que expandió su sistema fracasado de ideas socializantes a la región latinoamericana e incluso al país norteño.
El presidente Donald Trump (2017-2021) comprendió la belicosidad injerencista del castrosocialismo y su poder depredador y represor contra el pueblo y activó los Títulos 3 y 4 de la Ley Libertad; pero fue al final de su período y no pudo consolidar los frutos de su trabajo que fueron interrumpidos por la nueva administración de Biden.
Las debilidades en la política exterior de EEUU en el mundo y sobre todo en la flexibilización a la tiranía castrocomunista han echado más leñas y oxígenos al fuego autocrático y casi todos los regímenes del mundo conducidos por China, Rusia y Cuba están en abierta conspiración en el establecimiento de la autocracia del nuevo ordenamiento mundial. Para eso, la gubernatura cubana ha concedido la instalación de bases militares de China y Rusia en Cuba.
The Wall Street Journal describió los nuevos acuerdos de La Habana con Pekín en el mejoramiento y construcción de nuevas bases militares en tierras cubanas, expuesto en los siguientes artículos: Cuba albergará base secreta de espionaje chino enfocada en EEUU, 8 de junio de 2023. Ese mismo día en un editorial: El acuerdo de espionaje de Cuba con China tiene ecos de las tensiones de la Guerra Fría y el 20 de junio de 2023, Beijing planea una nueva instalación de entrenamiento en Cuba, aumentando la posibilidad de tropas chinas a las puertas de Estados Unidos.
El representante Matt Gaetz (R-FL) aseguró: “Apoyo una autorización de uso de la fuerza militar para sacar los activos chinos en Cuba. Deberíamos estar mucho más preocupados de que China esté convirtiendo funcionalmente a Cuba en un portaviones estacionado frente a las costas de la Florida”.
El congresista Carlos Giménez (R-FL) dijo: “Mi distrito está a solo 90 millas de distancia de la nueva base de espionaje de China comunista en Cuba castrista y la Administración de Biden aún no me ha informado sobre estas inquietantes amenazas a nuestra seguridad nacional. China comunista se ha infiltrado en nuestro hemisferio”.
Los líderes de las comisiones de Asuntos Exteriores del Congreso de EEUU, el senador Bob Menéndez (D-NJ) y el representante Michael McCaul (R-TX) enviaron una carta al secretario de Estado, Antony Blinken, y al director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), William Burns, solicitándole una sesión informativa sobre la supuesta instalación de bases de espionaje militar chino en Cuba.
El presidente Trump afirmó que cuando sea reelegido, le dará a China 48 horas para retirar todo el equipo militar de Cuba, ¡o suelta el martillo! La administración estadounidense tiene que enfocarse en el hoy, permitir que Beijing y Moscú afiancen sus bases en Cuba es tener una poderosa amenaza irreversible a la integridad soberana de EEUU, que harán cumplir sin equívocos y prontitud los objetivos hegemónicos del triunvirato tiránico.
Ahora mismo, el cumplimiento de la Ley Libertad y un enfoque de cambio de régimen evitarían los crímenes de lesa humanidad que la orden de combate del designado Miguel Díaz-Canel y el Partido Comunista de Cuba (PCC) tienen vigente para aplastar las esperanzas de libertad del pueblo cubano con el auspicio directo de China y Rusia.
No puede haber un nuevo acuerdo Kennedy Kruschov en detrimento del pueblo cubano. La libertad de Cuba es lo más importante para el bienestar de su pueblo, la estabilización democrática y la paz en la región y el mundo.