Manotazos de ahogado, irresponsabilidades en el mediano y largo plazo, subestimación del electorado, populismo clientelar, posibles intentos de fraude y mucho rezo a San Perón por el milagro. De esto se trata el plan del partido Frente de Todos para tratar de revertir el resultado de las primarias del 12 de septiembre, el próximo 14 de noviembre. Repasamos cinco estrategias del kirchnerismo, que ya comenzaron esta semana.
Orden interno
El nuevo gabinete tiene a Aníbal Fernández como vocero, con su verborragia conocida por todos los argentinos desde los días oscuros del primer kirchnerismo. Su desembarco en la función busca mostrar unidad y determinación mediante declaraciones fuertes, que repiquen en los medios todos los días. Por ejemplo, la noticia del día es que le dijo “sucia en todo sentido” a Elisa Carrió.
El recién nombrado ministro de Seguridad es uno de los hombres fuertes de esta nueva etapa, al igual que el tucumano Juan Manzur, flamante jefe de Gabinete y reemplazo de Santiago Cafiero, cuestionado por CFK. Por lo que ocurrió hasta ahora, él sería el estratega de la operación “Sí se puede”, pero ahora en su versión K. Tanto Aníbal como Manzur comparten serias denuncias por supuestos fraudes realizados en la provincia de Buenos Aires y en Tucumán. La oposición está alerta por sus presencias en la plana mayor del Gobierno y sabe que la fiscalización es fundamental.
Emisión descontrolada
“Poner dinero en el bolsillo de la gente” es la obsesión de Cristina Kirchner y su espacio. Claro que la demanda de pesos está derrumbada y las únicas estrategias para demorar una hiperinflación son el control de cambios, las tarifas reguladas y los controles de precio. Aunque la historia demostró que lo único que están haciendo es seguir calentando la olla a presión, parece que la estrategia es “lleguemos a las elecciones y después vemos”.
En lo que va del año, el Banco Central asistió al Tesoro en 910.000 millones de pesos. Se estima que de aquí a fin de año serán 720.000 millones más. No obstante, una maniobra contable realizada el viernes pasado con los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional, habilitarían al monopolio monetario a girarle al Ejecutivo 422.174 millones más.
¿Alguien tiene alguna duda de cómo termina esto?
Fin de la pandemia
Como vimos este martes, el Gobierno argentino consideró que ya es momento de dejar sin efecto la mayor parte de las duras restricciones que todavía estaban vigentes. Vuelve la gente a los estadios, los eventos masivos, se reducen considerablemente o directamente se eliminan los aforos, se abren las fronteras y “acá no pasó nada”. La improvisación fue tal, que el anuncio que hizo la ministra de Salud, Carla Vizzotti, ayer ya tuvo diversas críticas por parte de los gobiernos locales y provinciales.
Vizzotti ahora es que le permitió a la ciudadanía quitarse el barbijo en los lugares al aire libre, pero en vez de aplausos recibió risas y cuestionamientos. Es que mucha gente ya no cumplía con el mandato y hace tiempo que los policías se hacen los distraídos cuando ven una persona sin bozal.
El nerviosismo de los argentinos con la pandemia fue tal, que muchos oficiales pasaron momentos complicados ante personas que canalizaban toda su bronca y frustración ante el pedido de cubrirse la boca y la nariz. Además de los distritos en que esto no corría de facto, algunos intendentes y gobernadores (de todos los partidos) ya dijeron que su mandato es irrelevante, ya que la obligación continuaría en sus ciudades.
El anuncio del “fin de la pandemia” fue considerado por los analistas y la opinión pública como un manotazo de ahogado, para tratar de contribuir en el cambio de humor de la gente.
La tregua de los Fernández
El presidente y su vice firmaron una tregua hasta las elecciones, luego del durísimo enfrentamiento que partió a la coalición de gobierno y generó profundos cambios en el gabinete, donde el que perdió fue claramente Alberto Fernández.
Los ministros que están en funciones actualmente tienen una especie de contrato temporal hasta el 14 de noviembre. Si el oficialismo consigue repuntar, siguen. Si no, barajar y dar de nuevo en la desesperación de un gobierno en retirada con peronistas que se comen los ojos como cuervos.
Por ahora, Alberto Fernández y Cristina Kirchner pasarán a un segundo plano. A la vice no se le volvió a ver en público y el jefe de Estado, gran ausente en todos los últimos anuncios económicos y referidos a la pandemia, apareció recientemente en su discurso ineludible ante la ONU.
FMI: pagar intereses y culpar a Macri
En la jornada de este miércoles, Argentina abonará 1900 millones de dólares al FMI por el primer pago de capital del préstamo del organismo al Gobierno de Mauricio Macri. Para afrontar el pasivo, el Ejecutivo utilizará parte de los Derechos Especiales de Giro que el Fondo distribuyó con sus países miembros el mes pasado. En caso de no conseguir un nuevo programa que los beneficie, para lo que resta del año deberán cancelar 400 millones más, también en conceptos de intereses, y un complicado desembolso de 1880 millones de dólares para el 22 de diciembre.
Agotado y con ojeras más pronunciadas que de costumbre, el presidente argentino este martes ante la ONU inauguró parte de la terminología que el Gobierno utilizará de ahora en adelante, para referirse al endeudamiento del FMI en la gestión de Cambiemos: hablarán desde ahora de un “deudicidio” y un endeudamiento “tóxico” para la Argentina. El «ah, pero Macri» ha sido la más reiterada de las pobres estrategias del kirchnerismo en materia de comunicación.
Fuente: PanamPost