CIUDAD DE MÉXICO. – Claudia Sheinbaum de MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), junto con los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM), se convirtió en la primera mujer en llegar a la presidencia de México, al obtener más del 60 % de los votos en unas elecciones marcadas por la extrema violencia y varias decenas de asesinatos.
Por primera vez en 200 años de república una mujer ocupa el cargo más alto del gobierno mexicano. La jornada electoral fue catalogada como la más grande y sangrienta en la historia del país.
Sheinbaum superó a Xóchitl Gálvez de la alianza conformada por los partidos PRI, PAN y PDR, quien obtuvo el 28% de los votos, con una diferencia de entre 30 y 34 puntos, según estimaciones del Instituto Nacional Electoral (INE).
Pero ¿qué hay detrás de la mujer que va a asumir la primera magistratura de México? Se preguntas analistas, políticos y los mexicanos en general, quienes tiene grandes expectativas sobre cuál será el futuro del país, en manos de una científica de izquierda, que rechaza las políticas neoliberales por considerar que condenan a millones de personas a la pobreza, que tiene como norte intensificar el uso de las energías limpias, combatir la delincuencia y el reto de enfrentar los carteles de la droga que predominan en México.
Cambio o legado de AMLO
Una de las interrogantes es si la nueva mandataria seguirá el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) o si optará por establecer sus propias políticas.
Según analistas, Claudia Sheinbaum continuará trabajando de la mano con Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya que ambos provienen del mismo partido político, Morena, y comparten ideales y patrones de izquierda. Esta cercanía ideológica y partidista sugiere que es probable que mantengan una estrecha colaboración.
Entre los desafíos que enfrentará Sheinbaum, se encuentra la deuda de la empresa petrolera paraestatal, la migración que ha alcanzado cifras históricamente altas y la violencia de los carteles del narcotráfico que asfixian al país.
Vínculos de Sheinbaum
La vinculación con regímenes, así como el apoyo a grupos armados o movimientos beligerantes, genera interrogantes en otros países y sectores de la sociedad mexicana, en torno a las alianzas políticas que pueda establecer Sheinbaum en el ejercicio de la presidencia.
Una vez anunciado el triunfo de Claudia Sheinbaum como la nueva presidenta de México, el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, publicó en su cuenta de la red social X (anteriormente conocida como Twitter) que la pupila de Andrés López Obrador, en sus años mozos, tuvo vínculos con el M-19 e incluso afirmó que apoyaba al grupo guerrillero en la clandestinidad.
Hasta el momento de publicar esta información, Sheinbaum no se había pronunciado al respecto para confirmar o desmentir la publicación de Petro.
No obstante, una periodista y abogada de Colombia, Diana Saray Giraldo, desmintió al presidente colombiano a través de su cuenta X. Dijo haber hablado con exdirigentes del M-19 de la época y que todos habían coincidido que no era cierto.
Nadie más se ha pronunciado sobre el posible vínculo de Sheinbaum con el mencionado grupo guerrillero, del cual el mandatario colombiano fue integrante.
Otro de los vínculos que hace poner atención en la nueva presidenta de México Claudia Sheinbaum, es su simpatía con el régimen de La Habana y su apoyo a la milicia palestina en el conflicto con Israel, lo cual podría tener impacto en las relaciones de México con otros países como Estados Unidos.
México gobernado por mujeres
José Manuel Urquijo, analista político y fundador de la agencia de comunicación y estrategia política Sentido Común Latinoamérica, en entrevista con Diario Las Américas calificó de hito histórico el hecho de que por primera vez una mujer asuma la presidencia de México.
Expresó que esta situación no debería sorprender a nadie, ya que las señales estaban presentes, México está preparado para tener una presidenta. Urquijo señaló ejemplos concretos en los cuales mujeres ocupan posiciones de poder significativas en el país, como Guadalupe Taddei Zavala, presidenta del Instituto Nacional Electoral; la presidencia de la Cámara de Diputados y el Senado de la República que ahora será presididas por mujeres; la dirección de la Suprema Corte de Justicia está a cargo de Norma Lucía Piña Hernández y el liderazgo del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información Pública también la lidera una mujer.
Destacó que actualmente la mitad de las gobernadoras en México, así como diputadas, senadoras y alcaldesas son mujeres, lo cual se ha fortalecido con la Ley de Paridad de Género desde 2014.
Enfatizó que esto representa tanto la llegada de una mujer a la presidencia como la consolidación del poder femenino en todas las instituciones del Estado mexicano a partir del 1 de octubre. “Este cambio tendrá un impacto significativo en los sistemas culturales de pensamiento sobre el machismo en México”, subrayó el analista.
Revisión voto a voto
El martes 04 de junio, la excandidata presidencial opositora mexicana Xóchitl Gálvez solicitó la revisión voto a voto en el 80 % de los centros electorales del país donde se realizaron las elecciones el domingo anterior.
Esta petición se realizó un día antes de que el Instituto Nacional Electoral (INE) iniciara el escrutinio oficial. «Hasta ahora, hemos solicitado la revisión voto por voto en el 80 % de las casillas. El INE ya ha aceptado el recuento en al menos el 60 % de ellas. Vamos a defender el voto de todas y todos, tanto en la elección presidencial como en la de gobernadores, senadores, diputados federales y locales, así como presidentes municipales», expresó Gálvez en un mensaje publicado en la red social X.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó la solicitud de Xóchitl Gálvez de una revisión de los votos en el 80% de las casillas en la elección presidencial, y manifestó que “el que nada debe, nada teme”.
Sobre esta petición de la excandidata presidencial Gálvez, el analista político Urquijo considera que más que una impugnación de los resultados electorales, esta solicitud es un intento de evidenciar las irregularidades presentes para evitar que se repitan en futuros procesos comiciales.
Explicó que, en México, después de unas elecciones presidenciales, el Congreso suele establecer una reforma electoral para corregir los errores y vicios visibles durante el proceso. Este ciclo de reformas político-electorales ocurre cada seis años en México y ha sido una práctica constante desde aproximadamente el año 2000.