El clima para los negocios en Chile mejoró desde su punto más bajo en el segundo trimestre y algunos sectores han logrado recuperar sus niveles prepandemia, pero aún hay incertidumbre respecto a un rebrote del coronavirus y a nuevos episodios de violencia, reveló el miércoles un sondeo del Banco Central.
En su Informe de Percepción de Negocios para noviembre, el organismo señaló también que el desempeño de la actividad es todavía muy heterogéneo entre sectores y entre las distintas regiones de Chile, que ya inició un proceso paulatino de desconfinamiento, sobre todo en el norte y centro del país.
Las empresas más grandes han tenido el mejor desempeño, a diferencia de las más pequeñas, dijo el reporte, mientras que el comercio muestra alzas a lo largo del país ayudado por medidas de apoyo a los ingresos y, sobre todo, por el retiro parcial de los fondos de pensiones aprobado en agosto.
“De todas formas, la incertidumbre asociada los posibles rebrotes de la pandemia y a la situación política-social —y en especial el resurgimiento de episodios de violencia—, son factores relevantes para contener las decisiones de contratación e inversión”, dijo el reporte.
La economía chilena estaba recién mostrando señales de recuperación de los efectos de una ola de protestas sociales que estalló a fines del año pasado cuando en marzo irrumpió la pandemia de coronavirus, obligando al cierre de comercio, servicios y escuelas, entre otras medidas.
Esto tuvo duro efecto en el desempleo, que alcanzó sus niveles más altos en una década. El reporte señaló que el mercado laboral se ve más estable, “relatándose menos despidos y la reincorporación gradual de los trabajadores con contratos suspendidos”, aunque con escasas nuevas contrataciones.
“En la minería, se han retomado los grandes proyectos de inversión, lo que ha entregado un impulso a los proveedores del sector”, según el sondeo elaborado en base a encuestas aplicadas a ejecutivos de todo el país.
Las manufacturas también han tenido un mejor desempeño y por el contrario las empresas de servicios, que requieren del contacto presencial con el público, están entre las más atrasadas.