El Gobierno colombiano aseguró este jueves que las autoridades del régimen de Nicolás Maduro le notificaron que a partir de mañana suspenderá la entrada de sus propios ciudadanos por el principal paso fronterizo común, situado en las afueras de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander.
“Acabamos de ser notificados de la decisión de Venezuela de restringir el ingreso de sus nacionales a ese país, partir del día de mañana por el Puente Internacional Simón Bolívar, en Norte de Santander”, informó Migración Colombia.
La decisión, agregó el organismo, se debe a que las autoridades venezolanas dicen que al otro lado del puente, en la localidad de San Antonio del Táchira, hay un “alto número de personas que se encuentran” cumpliendo con las medidas de aislamiento decretadas por el régimen de Nicolás Maduro por la pandemia de la COVID-19.
Según disposiciones del régimen chavista, el tránsito de personas por los corredores humanitarios sólo se podía realizar los lunes, miércoles y viernes, en grupos que no superaran los 300 diarios por el puente Simón Bolívar en Norte de Santander, y de hasta 100 por el puente José Antonio Páez, en Arauca.
Según cifras del Gobierno colombiano, cerca de 100.000 venezolanos retornaron de forma voluntaria a su país desde que el 25 de marzo comenzó la cuarentena declarada por el Gobierno del presidente Iván Duque para mitigar el avance de la pandemia.
Ante esta decisión del régimen de Maduro, el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, ordenó la suspensión del tránsito de autobuses con migrantes venezolanos que viajaban a Cúcuta para retornar a su país “con el fin de evitar posibles embotellamientos de personas en la región”.
“Nos preocupa la integridad y la salud de todas las personas que se encuentran en zona de frontera y por eso hemos tomado la decisión de suspender el tránsito de ciudadanos venezolanos hacia el departamento de Norte de Santander”, dijo Espinosa.
Por ello instó a los venezolanos que buscan retornar a su país a que eviten dirigirse a la frontera, pues “este no es un momento para movilizarse, es un momento para cuidarnos unos a otros”.
En junio pasado Colombia instaló un campamento transitorio en Cúcuta con el cual se busca que el retorno se haga de manera ordenada y sin aglomeraciones para prevenir eventuales contagios de COVID-19.
Los venezolanos, que salen de distintos lugares de Colombia, llegan en autobuses fletados o incluso caminando a Cúcuta o Arauca, limítrofe con el estado venezolano de Apure, con la esperanza de cruzar la frontera hacia su país, un recorrido inverso al que hicieron en los últimos años.
Según cifras de Migración Colombia, por la crisis económica y social de la nación petrolera, más 1,8 millones de venezolanos se establecieron en el país en los últimos años.
Colombia hace parte del grupo de más de 50 países que reconoce al jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, como presidente “legítimo” de ese país y no tiene relaciones diplomáticas con el régimen de Maduro desde el 23 de febrero de 2019.
El embajador de Juan Guaidó en Bogotá, Tomás Guanipa, aseguró que “el régimen de Maduro cierra la frontera unilateralmente con Colombia impidiendo a los venezolanos que desean retornar al país su ingreso”.
“Esto genera un tapón en los municipios fronterizos del lado colombiano colocando en alto riesgo la salud de nuestros connacionales (…) Nuevamente Maduro sin importar la vida de los venezolanos asume decisiones que van en contra de la vida y el respeto a los DD.HH. de nuestro pueblo”, aseveró.