viernes, noviembre 22, 2024
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Colombia, ¿en riesgo con el proceso constituyente de Gustavo Petro?

BOGOTÁ.-El presidente de Colombia, Gustavo Petro, insiste en llevar adelante un inédito proceso constituyente con el que pretende cambiar el rumbo democrático del país, pero las dificultades económicas, sociales y políticas e incluso personales que enfrenta a dos años de culminar su mandato, el primero de izquierda en la historia de esa nación, hacen improbable que su propuesta prospere, según especialistas en materia internacional.

Aunque no descartan que Petro, presidente desde junio de 2022 con el partido Pacto Histórico y exguerrillero del insurgente grupo M19 del que ahora asoma banderas, recurra a una “situación de hecho” para sus propósitos. No perciben casual el hecho visible del espaldarazo de Iván Márquez, jefe de la disidente Segunda Marquetalia de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

“No creo que la propuesta de Petro funcione. Colombia está muy convulsionada en este momento para que pueda hacer pegar, a dos años de distancia, el tema de un nuevo proceso constituyente, y el riesgo es que el país continúe paralizado; este es un mal momento para que un proceso como ese ocurra en cualquier lugar”, sostiene la experta en temas internacionales Beatriz de Majo, al analizar el tema constituyente.

Y añade: “Petro lo va a intentar, seguro que sí, pero no va a funcionar al igual que no lo hizo ninguna de sus otras propuestas”.

Contexto complicado
Colombia, país suramericano de gran turbulencia política y asiento de grupos armados vinculados al narcotráfico, representa a la fecha un escenario sinigual que para Petro y su propuesta constituyente resta posibilidades de avanzar.

En la actualidad, atraviesa una fuerte desaceleración de la economía desde principios de 2024, que acrecienta la incertidumbre y la pobreza, y acentúa la desigualdad.

“Colombia lleva dos años aplazando el tema de la economía. No hay inversiones de ninguna naturaleza y cuando eso ocurre el país no crece y es imprescindible que Colombia crezca para evitar la paralización del país”, afirma de Majo, estudiosa de la política de ese país del que destaca “una fractura social sumamente evidente”.

Sin embargo, la violencia y los grupos armados constituyen el problema más notable que traban el objetivo de Petro de avanzar. A la crisis en la llamada política de “paz total”, que desató el grupo subversivo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) al retomar su práctica de secuestros selectivos, se suman los desacuerdos para un alto al fuego con disidentes de las FARC que han atacado a civiles y militares en el Cauca (en el suroeste de Colombia).

También el mandatario colombiano procura sortear en lo personal denuncias de financiamiento irregular de su campaña electoral y violación de los topes de recursos obtenidos, que su propio hijo Nicolás Petro admitió ante el fiscal, y que son investigadas por el Consejo Nacional Electoral.

Además, su hijo Nicolás y su pareja fueron acusados de delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, y detenidos aunque luego liberados, lo que ha significado un duro golpe para el mandatario.

En fecha más reciente, el presidente se ha visto envuelto en un escándalo por malversación de 12 millones de dólares que una empresa estatal empleó para la supuesta compra de 40 camiones cisteras para llevar agua a zonas desérticas y pobres del Departamento de la Guajira.

“La situación del país empeorará en la medida en que Petro continúe con ese jueguito político de tratar de revivir un tema revolucionario simplemente porque no ha podido por las vías ortodoxas tratar de manejar el país”, refiere.

Lo que debería funcionar en Colombia es una gran sindéresis en los temas económico, social y político, señala de Majo.

El riesgo constituyente
A Petro se le agota el tiempo para que su proyecto laboral, su último bastión electoral, se discuta en el Congreso antes de que este culmine el periodo legislativo el 20 de junio próximo, por lo que propuso el 11 de mayo pasado “un acuerdo nacional” para hacer un referendo. A cambio de la inicial Asamblea Constituyente que prohibe la Constitución nacional.

“El presidente Petro ha desempolvado la propuesta de constituyente porque a él le molesta profundamente la camisa de fuerza, una cohesión institucional, con la que se ha encontrado en el país y como consecuencia, apela a un proceso constituyente que es posible que logre. Pero él quiere provocar un cambio de manera que las instituciones estén de su lado y que el pueblo que le sigue, que es distinto al general, esté con él en su nueva idea de un proceso constituyente para cambiar el rumbo que lleva el país”.

Petro que ganó en segunda vuelta con 50.4% de los votos contaría con el apoyo de sus seguidores que apenas superan 30%.

En su empeño, el presidente explica por redes que el “poder constituyente no necesariamente es una constituyente”, Y plantea incluir en el referendo varios puntos que van desde el acuerdo de paz “con enfoque en reforma agraria, transformación territorial y escalrecimiento de la verdad” hasta políticas para adaptar a Colombia a la crisis climática. Un razonamiento que para de Majo es difícil de entender, pero no tanto de interpretar.

“Petro tiene que utilizar cualquier otra vía para iniciar y concluir un proceso que signifique la refundación de un país con todos los elementos y particularmente los políticos, y como no puede hacerlo por una vía constituyente normal, se ha inventado el nuevo procedimiento”, dice la experta.

Apoyo de la guerrilla
En medio de este objetivo presidencial, Iván Márquez, jefe de un sector disidente de la guerrilla colombiana FAR, informó que está de acuerdo con el proceso constituyente de Petro, a través de un video, mientras el gobierno procuraba adelantar la fase inicial para una negociación de paz.

“En este nuevo momento en que, gracias a la divina providencia y a la genial idea de un presidente, soplan vientos constituyentes, despertando la esperanza de las inmensas multitudes. Nadie, ninguno ni ninguna, debe quedarse con los brazos cruzados”, manifestó el exguerrillero lo que fue rechazado por sectores de la vida nacional.

“Su regreso está lleno de espectacularidad por el hecho de que está tratando de ayudar a Petro en la reformulación de un país con instituciones totalmente distintas a través de un proceso constituyente. El presidente Petro anda con su bandera de guerrillero que había abandonado antes de su campaña, pero en este momento, como no le ha sonado la flauta en sus reformas, le conviene muchísimo el apoyo de una organización guerrillera que tiene fuerza dentro del país”, indica la experta.

Recuerda que el grupo de las FARC está formado en la actualidad por 1.800 personas disgregadas en la zona fronteriza con Venezuela y manejando operaciones del narcotráfico en el país.

Además, dice la experta, Márquez también le sirve a Petro para “amedrentar a la población con la fortaleza que le da la amenaza de un grupo guerrillero como la nueva Marquetalia, esa es la realidad”.

Sin embargo, reitera que la propuesta constituyente de Petro no funcionará en Colombia. Apuesta por la fuerza institucional que ha caracterizado la historia de esa nación.

Fuente: Diario Las Américas

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