Las ministras de Relaciones Exteriores de Colombia, Marta Lucía Ramírez, y de Panamá, Erika Mouynes, se reunirán esta semana para abordar la crisis migratoria originada por miles de personas que buscan atravesar la selva panameña rumbo a Estados Unidos.
Ramírez y Mouynes «se encontrarán este viernes 6 de agosto en la provincia de Darién para evaluar soluciones al paso seguro de los migrantes irregulares por la frontera común», informó este martes la cancillería panameña en un comunicado.
Según otra nota de la cancillería colombiana, la reunión tendrá lugar en el municipio panameño de Nicanor, fronterizo con Colombia.
Según otra nota de la cancillería colombiana, la reunión tendrá lugar en el municipio panameño de Nicanor, fronterizo con Colombia.
«Debemos aplicar un principio de corresponsabilidad para evitar este flujo inhumano de personas sin rumbo ni destino claro», afirmó Ramírez.
Desde hace varias semanas, miles de migrantes, entre ellos menores de edad y mujeres embarazadas, aguardan en el puerto colombiano de Necoclí embarcaciones que los lleven hasta la frontera con Panamá para atravesar la inhóspita selva del Darién.
Este corredor selvático, de 266 km entre Colombia y Panamá, se ha convertido en paso obligado para la inmigración irregular que desde Sudamérica trata de llegar hasta México, Estados Unidos y Canadá.
El domingo, el presidente colombiano, Iván Duque, pidió a Panamá buscar una solución conjunta para abordar este problema migratorio.
«Esto lo tenemos que resolver entre los dos», declaró Duque en una entrevista emitida por el canal panameño TVN-2.
El mandatario colombiano consideró «importante» que ambos países puedan hacer procesos de deportación y, de forma excepcional, regularización.
Según datos oficiales, en 2021 cerca de 27.000 personas, entre ellos cientos de niños, cruzaron el Darién. Más de un tercio lo hizo en junio.
Los migrantes cruzan la selva, de 575.000 hectáreas, pese a que no hay vías de comunicación terrestres y deben enfrentar grupos criminales, animales salvajes y ríos caudalosos.
En su mayoría son haitianos y cubanos, pero también hay asiáticos y africanos.
Tanto la canciller colombiana como la panameña han pedido ayuda internacional, incluido a Estados Unidos, para enfrentar la migración irregular.
Ramírez propone para América Latina poner en marcha una iniciativa similar al Plan Marshall, implementado por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción de Europa.
«Debemos integrarnos entre nosotros, pero también con Estados Unidos. Este es nuestro continente y lo que pase en la Patagonia o en Alaska nos afecta a todos», afirmó Ramírez.
Mouynes convocó a varios ministros de exteriores a una reunión el próximo 11 de agosto para coordinar acciones ante la migración irregular.
Para Panamá, «es prioridad favorecer el paso seguro, ordenado y regular de los migrantes que llegan a su territorio», indicó la cancillería panameña.
Fuente: Diario las Américas
Desde hace varias semanas, miles de migrantes, entre ellos menores de edad y mujeres embarazadas, aguardan en el puerto colombiano de Necoclí embarcaciones que los lleven hasta la frontera con Panamá para atravesar la inhóspita selva del Darién.
Este corredor selvático, de 266 km entre Colombia y Panamá, se ha convertido en paso obligado para la inmigración irregular que desde Sudamérica trata de llegar hasta México, Estados Unidos y Canadá.
El domingo, el presidente colombiano, Iván Duque, pidió a Panamá buscar una solución conjunta para abordar este problema migratorio.
«Esto lo tenemos que resolver entre los dos», declaró Duque en una entrevista emitida por el canal panameño TVN-2.
El mandatario colombiano consideró «importante» que ambos países puedan hacer procesos de deportación y, de forma excepcional, regularización.
Según datos oficiales, en 2021 cerca de 27.000 personas, entre ellos cientos de niños, cruzaron el Darién. Más de un tercio lo hizo en junio.
Los migrantes cruzan la selva, de 575.000 hectáreas, pese a que no hay vías de comunicación terrestres y deben enfrentar grupos criminales, animales salvajes y ríos caudalosos.
En su mayoría son haitianos y cubanos, pero también hay asiáticos y africanos.
Tanto la canciller colombiana como la panameña han pedido ayuda internacional, incluido a Estados Unidos, para enfrentar la migración irregular.
Ramírez propone para América Latina poner en marcha una iniciativa similar al Plan Marshall, implementado por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción de Europa.
«Debemos integrarnos entre nosotros, pero también con Estados Unidos. Este es nuestro continente y lo que pase en la Patagonia o en Alaska nos afecta a todos», afirmó Ramírez.
Mouynes convocó a varios ministros de exteriores a una reunión el próximo 11 de agosto para coordinar acciones ante la migración irregular.
Para Panamá, «es prioridad favorecer el paso seguro, ordenado y regular de los migrantes que llegan a su territorio», indicó la cancillería panameña.
Fuente: Diario las Américas