El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, controlado por el chavismo, anunció que revisará los documentos presentados por organizaciones políticas para tomar una decisión sobre la “validación” de las elecciones del 28 de julio. Esta revisión se hace pública unos pocos días antes de la reunión próxima entre Nicolás Maduro y líderes regionales como Gustavo Petro de Colombia, Andrés Manuel López Obrador de México, y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil.
Caryslia Rodríguez, quien funge como presidente del TSJ, haciendo uso de la narrativa sobre un “ataque cibernético”, se expidió este sábado de la siguiente manera: “Los magistrados de esta Sala Electoral se abocan al peritaje de todo el material consignado -en físico y digital- sobre el ataque cibernético masivo del cual fue objeto el Consejo Nacional Electoral (CNE)”.
Al mismo tiempo, la magistrada con un marcado perfil afín al chavismo recalcó que la decisión que emane de la Sala Electoral del TSJ será “inapelable”. Sin embargo, el candidato opositor Edmundo González Urrutia no participó en este proceso, argumentando con justa razón que esta Corte favorecerá al régimen.
Asimismo, en respaldo a lo objetado por González, la PUD subrayó que el TSJ no puede impedir que el CNE publique los resultados desagregados de las elecciones, criticando la falta de transparencia del proceso. Según la oposición, el CNE no ha cumplido con su propio cronograma ni con las auditorías post-electorales, dejando los resultados en duda.
Las acusaciones contra el TSJ también siguen acumulándose, puesto que en un comunicado la PUD también le señala de intentar validar resultados “no auditados ni desagregados”, lo que, según ellos, busca legitimar un proceso electoral opaco. Además, la oposición teme que el TSJ esté recopilando material electoral para privar a los candidatos de las actas de escrutinio, fundamentales para garantizar la transparencia.
En paralelo, hay expectativas por una reunión virtual entre Maduro y los mandatarios de Colombia, Brasil y México, que podría influir en la resolución de esta crisis política. El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, afirmó que se han enfrentado desafíos de agenda, pero que la reunión es inminente.
“La meta es que se haga esa reunión la próxima semana. Del lado venezolano han estado listos, pero se nos presentaron problemas de agenda. Coordinar la agenda de tres presidentes y tres cancilleres tiene sus desafíos”, expresó el canciller de Colombia.