CARACAS.- En las elecciones presidenciales del 28 de julio, Venezuela enfrenta un momento crucial, donde el dictador Nicolás Maduro busca extender su mandato en un contexto de creciente descontento y crisis económica. La coalición Plataforma Unitaria Democrática, apoyada por millones de votantes que participaron en primarias y mítines masivos, desafía las ventajas sistemáticas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
¿Bajo qué condiciones se desarrollan las elecciones?
Unas elecciones presidenciales más libres e imparciales en Venezuela parecían una posibilidad el año pasado, cuando el régimen de Maduro acordó trabajar con la coalición Plataforma Unitaria respaldada por Estados Unidos para mejorar las condiciones electorales en octubre de 2023. Un acuerdo sobre dichas condiciones le valió al régimen venezolano un amplio alivio de las sanciones económicas de Washington en sus sectores de petróleo, gas y minería, controlados por el Estado.
Sin embargo, las esperanzas de igualdad comenzaron a desvanecerse rápidamente cuando las autoridades declararon ilegales las primarias de la oposición y comenzaron a emitir órdenes judiciales y arrestar a defensores de los derechos humanos, periodistas y miembros de la oposición.
¿Son justas estas elecciones?
Un panel respaldado por la ONU que investiga infracciones a los derechos humanos en Venezuela reveló que el régimen ha aumentado la represión contra críticos y opositores antes de las elecciones, sometiéndolos a detenciones, vigilancia, amenazas, campañas difamatorias y procedimientos penales arbitrarios. Además, el régimen ha utilizado su control de los medios de comunicación, el suministro de combustible, la red eléctrica y otras infraestructuras del país para limitar el alcance de la campaña opositora.
La retirada de la invitación a la Unión Europea para observar las elecciones, citando sanciones económicas, exacerbó las preocupaciones sobre la transparencia del proceso. Además, el cierre de consulados venezolanos en Estados Unidos impide a miles de venezolanos en el extranjero ejercer su derecho al voto.
¿Cómo funciona el proceso de votación?
Con aproximadamente 17 millones de votantes elegibles y 4 millones en el extranjero, el sistema electoral enfrenta críticas por sus complejos requisitos para votar desde el exterior y la ubicación estratégica de centros de votación con escasa supervisión opositora. La votación se realiza en máquinas electrónicas bajo vigilancia militar, aunque persisten preocupaciones sobre la manipulación de los resultados. Centros de votación dispersos y desigualdad en el número de máquinas por centro aumentan la percepción de parcialidad.
¿Se contarán los votos de manera imparcial?
La transparencia del conteo de votos ha sido cuestionada repetidamente, con acusaciones anteriores de manipulación respaldadas por informes de empresas internacionales de tecnología electoral. La incertidumbre sobre la aceptación de resultados desafía la legitimidad del proceso, mientras que la presión internacional podría ser determinante en el desenlace político posterior a las elecciones.
Anteriormente, en elecciones legislativas importantes, se informó de manipulaciones en los registros de votantes, lo que generó dudas sobre la integridad del proceso electoral venezolano.
Perspectivas futuras
Este panorama subraya el desafío que enfrenta Venezuela en asegurar unas elecciones verdaderamente democráticas y equitativas, cruciales para su futuro político y económico. La comunidad internacional sigue de cerca estos eventos, consciente del impacto que tendrán en la estabilidad regional y las relaciones internacionales del país.