CARACAS.- En medio de una creciente tensión política en Venezuela, las medidas represivas del régimen de Nicolás Maduro contra la líder opositora, María Corina Machado, están dejando un amargo sabor entre la población venezolana. Ejemplos recientes revelan cómo estas acciones, lejos de debilitar a la oposición, están afectando a ciudadanos comunes y corrientes.
En un remoto pueblo llamado Corozopando, Corina Hernández y sus hermanas se ven obligadas a cocinar al aire libre luego de que su modesto restaurante fuera cerrado por órdenes gubernamentales tras la visita de Machado. La clausura de su negocio, marcada con sellos del ente tributario Seniat, no solo ha dejado a estas mujeres sin su medio de sustento, sino que también ha generado un impacto en la comunidad, donde muchos dependían de sus servicios.
«No sabíamos que ella venía», dice a la AFP Corina, de 43 años. «Es algo injusto porque recibimos a todos los que lleguen».
El Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), órgano de ejecución de la administración tributaria de Venezuela, exigió a las hermanas Hernández una máquina fiscal para imprimir facturas oficiales, cuyo costo asciende a unos 1.500 dólares, además de una multa de 300 dólares. Estas demandas financieras resultan especialmente onerosas para quienes luchan por mantener a flote un pequeño negocio en medio de la crisis económica que azota a Venezuela.
«En 20 años no había venido el Seniat aquí», asegura Corina, que heredó de su hermano mayor, en Perú hace seis años, la maestría de preparar empanadas de harina de maíz que venden a un dólar.
Pero el alcance de la represión no se detiene ahí. Se han reportado casos de hoteles clausurados y pescadores perseguidos por el simple hecho de haber tenido algún tipo de vínculo con la oposición. Uno de los casos más emblemáticos es el de Rafael Silva, un pescador que se vio obligado a huir del país después de que las autoridades le confiscaran su lancha por haber transportado a Machado por río.
«Se tuvo que ir de aquí, no lo fueran a agarrar preso», dice su esposa, Yusmari Moreno, trabajadora doméstica y madre de dos hijos de 14 y 7 años. «Ya habíamos visto muchas noticias de que habían cerrado quioscos y cosas así por donde ella iba pasando», agrega.
Sin recursos para pagar por una nueva canoa, Yusmari está desesperada y clama que le regresen la embarcación para devolverla al dueño: «Lo que queremos es recuperarla».
Abuso de poder
Las restricciones impuestas a Machado han sido denunciadas por diversos sectores como una clara violación de los principios democráticos y «abuso de poder». Entre estas restricciones se encuentran prohibiciones de viajar en avión y recorrer el territorio en auto, limitando su capacidad para participar en eventos políticos y desplazarse dentro y fuera del país.
Además, el régimen de Maduro ha lanzado acusaciones infundadas contra Machado, alegando que promueve sanciones contra el país. Estas acusaciones, careciendo de evidencia sólida, han sido ampliamente criticadas como intentos de desacreditar y silenciar a una de las voces más prominentes de la oposición venezolana.