sábado, septiembre 7, 2024
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¿Cómo se fabrica una presidenta?

NINOSKA PÉREZ CASTELLÓN,

“En momentos de crisis, solo la imaginación es mas importante que el conocimiento” Albert Einstein

Si algo no le falta a los Demócratas es imaginación. Hace unas semanas que están en desbandada. Lo que era evidente por años, sobre la incapacidad de Joe Biden de liderear al país, fue descubierto sorpresivamente por los miembros de su propio partido, sus allegados y los donantes. Todo un caos publicitario. Pero hay que reconocer que les tomó poco tiempo y una fértil imaginación el reinventarse.

Unos días antes del debate entre Donald Trump y Joe Biden, el mandatario había sido la comidilla de la Cumbre del G-7 cuando erráticamente se alejo desinteresado de su grupo. Cuando la primer ministro italiana Georgia Meloni tuvo que rescatarlo y el resto rodearlo como para que no se escapara, la imaginación de los estrategas y la prensa liberal que ha estado sirviendo de vocera del partido demócrata dijo que había ido a saludar a un militar. Se referían al que recogía los paracaídas, pero la imaginación es como un elástico, se estira aunque uno sabe que termina reventando. En Francia, cuando junto a Emmanuel Macron, presidente de esa nación, trato de sentarse en una silla inexistente, Jill Biden tapo su boca para decirle que por mucho que se la imaginara, ahí no estaba. Durante la recaudación de fondos que se quedó congelado en el escenario del evento, Obama tuvo que ir a su rescate, le tiro el brazo por encima y ayudo a salir. La prensa reportó que no era nada inusual, su antiguo jefe simplemente estaba siendo “chummy” amistoso.

Entonces llegó el debate o más bien la debacle y la jauría arremetió contra el atribulado Joe sin pasión. Primero las principales figuras del partido, luego los donantes y finalmente los que dijeron que si Biden era el candidato el resultado es que desaparecería el partido. Uno tras otro dejó claro que ya no solo estaba en peligro perder la Casa Blanca, sino ambas cámaras del congreso.

Biden hizo lo que mejor había sabido hacer durante su larga carrera política. Aferrarse al poder como una sedienta sanguijuela. Lo que sucedió tras bambalinas debió haber sido brutal. Hasta que finalmente un golpe de estado interno lo hizo abandonar la candidatura. Está por ver si le dejan terminar la presidencia. “Et tu Brutus?”

En medio de este pintoresco drama, los demócratas enfrentaban un dilema: No tenían una figura presidencial. Una encuesta realizada por medios liberales como el Washington Post, la Cadena ABC y la encuestadora Ipsos preguntaban a los Demócratas e Independientes quien debería ser el candidato si se retirara Biden.

Los resultados arrojaron un 29% a favor de Kamala Harris, lo cual la situaba con números más bajos que Biden. El gobernador responsable del caos en California, Gabin Newsom con 7%, Michelle Obama, 4%, Pete Buttigeg 3%, Gretchen Whitmer 3%, Robert Kennedy Jr., 2%. Ocho candidatos más aparecieron con un 1%, entre ellos: Hillary Clinton, Cory Booker, Elizabeth Warren, Alexandra Ocasio Cortez, Bernie Sanders, Josh Shapiro, Amy Klobuchar y Andy Beshear.

Pero lo más interesante de la encuesta fue que un 9% de los encuestados nombró a otros candidatos, un 15% estaba indeciso y el resto prefirió no contestar. Lo que si quedó claro fue que el 71% de los encuestados estaban claramente contra Kamala Harris.

De pronto se pusieron en marcha las poderosas maquinarias trituradoras del partido y de los despojos de Biden surgió una presidenta hecha a la medida. La mujer detestada por su mortificante risa, las frases sin sentidos y la carencia de logros, se transformó milagrosamente. Ahora Kamala Harris esta por encima de Trump en las encuestas, es brillante, tiene logros y se olvidan sus tropezones con la prensa como cuando mintió descaradamente haciendo creer que había ido a la frontera hasta que el periodista le dijo que ella no había pisado la frontera. “Tampoco he visitado Europa, no entiendo adónde vas con la pregunta” riposto. A demostrarle al público que de hecho la vicepresidenta es una mentirosa que no había visitado la frontera a pesar de que la habían designado como su responsabilidad habría pensado el entrevistador. ¿Su logro? Una frontera abierta y millones de ilegales en el país causando caos en las principales ciudades.

Ahora la estrella del partido, la que ignora los méritos individuales cuando dice en el mejor estilo marxista que “El trato equitativo es que todos terminemos en el mismo lugar”, de pronto cuenta con el apoyo de un partido en picada que cada vez más tiene que acudir a la imaginación, la inteligencia artificial y todos los santos para convertir a la mediocre Kamala en una estadista.

Igualdad es que todos tengamos las mismas oportunidades y cada uno con nuestro esfuerzo, dedicación e inteligencia podamos llegar a cumplir nuestras metas y lograr nuestros objetivos. No se dejen engañar, Kamala es y siempre ha sido del ala liberal del partido y es la marioneta perfecta para que el dueño de los títeres, Barak Obama, pueda seguir controlando la agenda.

“Lo que puede ser descargado por lo que ha sido” repite una y otra vez la incapaz Kamala que como el espantapájaros en el Mago de Oz desesperadamente anda en busca de un cerebro. Aunque realmente no le hace falta porque ya la maquinaria del partido envió los puntos a sus voceros de campana y a la prensa liberal. En un sorprendente giro, Kamala es brillante, será una gran presidenta y si la atacas eres racista o machista. Si no te callan, te intimidan, desacreditan o te sacan del juego, si no lo sabre bien. Mientras tanto Obama se frota las manos. Ya está saboreando, una vez más, el dulce almíbar del poder. Así de poderosa puede ser la imaginación.

Fuente: Diario Las Américas

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