Una visita que permita evaluar la planta nuclear en la ciudad de Zaporiyia, al sur de Ucrania, es quizás la exigencia más importante que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) hace actualmente al gobierno de Vladímir Putin. La razón, es que la central más grande de Europa “está completamente fuera de control”, según el director general del organismo, Rafael Grossi.
La planta nuclear está tomada por el ejército ruso desde inicios de marzo, cuando apenas habían pasado dos semanas del inicio de la invasión en Ucrania. En una reciente entrevista a Associated Press, el funcionario de la agencia de la ONU también aseguró que “todos los principios de seguridad nuclear han sido violados”. No se ha respetado la integridad física de la planta y los ucranianos que hoy la siguen operando internamente, están a merced de Moscú. Los ánimos se caldean entre ambos bandos en las instalaciones y eso empeora la situación.
En consecuencia, aunque al principio la integridad de la central parecía estar garantizada, actualmente eso está cambiando. No es una alerta que deba desestimarse, en la memoria de los ucranianos aún sigue fresca la tragedia de 1986 en Chernóbil que liberó grandes cantidades de radiactividad, se extendió por gran parte de Europa y dejó miles de personas sin hogar, afectadas por enfermedades incurables que incluso detonaron años más tarde.
Usar la central como «escudo humano»
Para hacer más tenso lo que ocurre con esta planta nuclear en Ucrania, recientemente se dieron a conocer varios ataques aéreos del ejército del Kremlin en las afueras de la ciudad de Zaporiyia. Anteriormente, a mediados de julio, fue la cancillería rusa la que acusó al gobierno de Volodímir Zelenski de supuestamente haber atacado las instalaciones con drones. Es decir, las acusaciones van y vienen en medio de un tema especialmente delicado.
Lo que analizó Estados Unidos a raíz de estos últimos hechos es que Moscú está utilizando la planta nuclear de Ucrania como «equivalente a un escudo humano».
Las siguientes, fueron palabras del secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken durante la conferencia anual del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de la ONU:
«Hay informes creíbles, incluso en los medios de hoy, de que Rusia está usando esta planta como el equivalente de un escudo humano, pero un escudo nuclear en el sentido de que está disparando contra los ucranianos desde alrededor de la planta y, por supuesto, los ucranianos no pueden y no responderán para que no haya un terrible accidente que involucre una planta nuclear”.
El lento avance de las negociaciones
La OIEA intenta enviar una misión para ver el estado de la planta nuclear más grande de Europa. Tampoco oculta que en efecto, Europa está en riesgo de experimentar otra catástrofe dados los 15 reactores en cuatro centrales nucleares operativas que existen en Ucrania.
La cadena de suministros para la planta en cuanto a repuestos y equipos quedó interrumpida, por lo tanto desde la OIEA no pueden garantizar que el lugar esté funcionando adecuadamente. Pero resulta imposible saberlo con certeza hasta que Rusia no permita la entrada de la comitiva.
En resumen, no hay certeza de qué va a pasar con la importante central nuclear que también abastece de electricidad al país. Hasta ahora, lo más destacable que logró la mediación internacional luego de casi seis meses de guerra es que Ucrania pudo retomar la exportación de granos. Pero el tema de la planta de Zaporiyia sigue en «veremos». Sin que Vladímir Putin muestre un ápice de preocupación al respecto.
Fuente: Panam Post.