Las reacciones por la victoria de Javier Milei como próximo presidente de Argentina continúan dando la vuelta al mundo. Que un libertario ortodoxo se abriera camino a la Casa Rosada no solo ha influido positivamente en los mercados internacionales. En el otro hemisferio algunos no ven con buenos ojos la elección de un hombre que defiende el libre mercado, el respeto a la vida y rechaza el estatismo de los modelos de izquierda.
De esta manera, el comunismo chino ya activó sus medios de comunicación para “analizar” qué pasará con sus relaciones con Argentina, más allá de que el régimen de Xi Jinping extendiera inicialmente una “felicitación” y hablara de “continuar la amistad entre los dos países”.
Desde el portal Global Times, al servicio del Partido Comunista Chino (PCCh), varias fuentes dan declaraciones y aprovechan para lanzar advertencias. Es que el país sudamericano es un importante socio comercial de Pekín y el dictador Xi Jinping parece no querer perderlo.
“‘Teniendo en cuenta su deseo de sacar a Argentina de su malestar económico, el país no puede abandonar a sus principales socios comerciales: Brasil y China’, dijo Wang Youming, director del Instituto de Países en Desarrollo del Instituto Chino de Estudios Internacionales en Pekín, citando el hecho de que China es el segundo socio comercial de Argentina y el mayor comprador de productos agrícolas”, menciona el portal comunista.
Argentina en la Ruta de la Seda
Primero es necesario mencionar que China lleva adelante su iniciativa de la Ruta de la Seda, que le viene garantizando influencia geopolítica en muchas regiones del mundo, con base en inversiones millonarias, en su proyecto de lograr la supremacía sobre el mundo occidental y sobre Estados Unidos en particular. América Latina es clave para ese fin.
En contraste, Javier Milei, defensor de la libertad, ha dicho que basado en esos principios, “ni los comunistas, ni China o Putin [el presidente ruso]” entran en su plan de gobierno para hacer negocios. Sin embargo, mencionó que los ciudadanos argentinos serán libres de comercializar con productos del gigante asiático.
Es probable que el comunismo chino haya interpretado este mensaje como un freno a su expansionismo en la región y de ahí surja su preocupación. Como resultado, Global Times termina esbozando un escenario que además le sirve para remarcar la crisis en Argentina y demostrar su intención de que los países latinoamericanos sean cada vez más dependientes de Pekín. Por ejemplo, hay analistas que en ese medio “pidieron al presidente electo que valore la amistad a largo plazo y la cooperación mutuamente beneficiosa con China”.
“Milei tendrá que lidiar con las arcas vacías del gobierno y el Banco Central, un programa de deuda de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, una inflación cercana a 150 % y una vertiginosa variedad de controles de capital”, cita el portal.
BRICS y el litio argentino
Pero no queda allí. El medio oficialista chino llama “retórica de campaña” a las declaraciones de Javier Milei y asevera que este “se dará cuenta de que es inseparable de la ayuda de China”. Yuan Dongzhen, subdirector del Instituto Latinoamericano de la Academia de Ciencias Sociales, hizo declaraciones al respecto totalmente alineadas con la izquierda. “Es imposible que Argentina se desvincule, pero los intercambios bilaterales podrían entrar en un período de prueba luego de que el político de extrema derecha asuma el cargo”, asegura.
Actualmente China es el segundo destino de las exportaciones agroindustriales argentinas. Según cifras oficiales, en 2022 Argentina exportó al gigante asiático un total de 7928 millones de dólares, un incremento de 29 % respecto a 2021. Si bien es posible que estas relaciones comerciales se mantengan, cuando se trata de asuntos ideológicos el panorama sin duda cambiará.
En la última cumbre de los BRICS se acordó el ingreso de Argentina a partir del próximo año. Pero este bloque anti-EE. UU. se configura más como un contrapeso a las ideas occidentales del mundo libre, que como una asociación comercial. Eso explica por qué entre sus integrantes también están Rusia y próximamente Irán. Además, el año pasado Argentina generó 33000 toneladas de litio. Es decir, el 5 % de la producción mundial. Un mineral muy codiciado por el régimen comunista de Xi Jinping. En esto radica su insistencia de no perder a Argentina y la región de su esfera de influencia.