Un cargamento de 81 vehículos con destino a Venezuela, entre ellos un lote para uso de la policía de Nicolás Maduro, fue incautado en el puerto de Fort Lauderdale, Florida, durante un operativo de las autoridades estadounidenses contra el contrabando automotor internacional.
La incautación culminó un prolongado proceso investigativo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para detectar el contrabannado ilícito de automóviles desde Estados Unidos hacia el exterior, y el valor de los vehículos confiscados se estima en unos $3.2 millones de dólares, según fuentes del caso.
«Esta operación ha sido un duro golpe a la exportación fraudulenta hacia Venezuela y al contrabando de autos en beneficio del régimen de Nicolás Maduro», dijo el funcionario, reportó Cibercuba.
Un grupo de vehículos, equipados con luces, sirenas y otros dispositivos especiales, eran enviados a la Policía Nacional Bolivariana, principal fuerza de seguridad civil en Venezuela bajo el mando del general Elio Estrada Paredes.
El operativo federal se realizó el pasado 16 de junio con la participación de investigadores del Grupo de Activos Ilícitos y Corrupción Extranjera del DHS en Miami, y agentes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP). Las autoridades determinaron que los vehículos estaban siendo exportados de manera fraudulenta en violación de las leyes comerciales de Estados Unidos.
Los contrabandistas procedían a retirarle el registro de identificación de los vehículos, entre los que figuran varios autos de lujo, dijo la fuente.
Los autos fueron adquiridos por intermediarios en transacciones ilegales, y algunos de ellos ya enfrentan una acusación criminal ante los tribunales estadounidenses. La fuente no reveló nombres de los procesados, entre los que presuntamente hay varios residentes en el sur de Florida.
Representantes del DHS y directivos de Port Everglades, en Fort Lauderdale, presentarán este miércoles los detalles de la incautación administrativa ante los medios de comunicación. Todos los vehículos retenidos estarán en exhibición, incluyendo los equipados con artefactos policiales.
El contrabando de vehículos hacia Centro y Suramérica es un delito frecuente en los puertos de Estados Unidos, particularmente desde Miami y Fort Lauderdale.
Los vehículos se embarcan en contenedores con la colaboración de compañías de exportación y los envíos deben someterse a chequeos rutinarios en los puertos de salida por parte de agentes del CBP.
Sin embargo, el flujo de embarque y despacho resulta tan intenso que resulta difícil verificar exhaustivamente toda la carga, que se revisa al azar o por evaluación de riesgos, con prioridad de la mercancía que entra al país.
Las autoridades federales advierten sobre el negocio de autos robados que forma ilegal se envían en cargueros hacia puertos de Suramérica y otros destinos más distantes en Asia y Africa.
El operativo reciente en el puerto Everglades se inscribe en la ofensiva política y comercial de la administración de Donald Trump contra el régimen de Maduro, la que incluye el encausamiento de los principales jerarcas del gobierno venezolano en tribunales de Estados Unidos, el cerco al comercio petrolero, y la incautación de propiedades de figuras vinculadas a casos de corrupción y lavado de dinero.
Justamente, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de Miami que encabezó la pesquisa sobre el contrabando de autos hacia Venezuela, está también responsabilizada con rastrear casos de sobornos, estafas y manipulación en el cambio de divisas que desfalcaron millones de dólares del erario público en el país suramericano, y terminaron ocultando dinero malversado en el sur de Florida.
Fuente: Primer Informe