José Francisco Cuevas,
Argentina se enfrenta a un dilema económico, político y moral, luego de más de 40 años de decadencia económica, corrupción, asistencialismo y un modelo económico que vuelve a los ciudadanos esclavos del Estado. Es votar por continuidad o cambio.
Por primera vez en décadas, la oferta política, ofrece dos modelos de sociedad. Uno encabezado por Sergio Massa, actual ministro de Economía. Esta persona es un peronista que pretende hacer más o menos lo mismo: más estado, más planes sociales, más obra pública, más emisión monetaria, seguir con tarifas reguladas e intervención en los precios y difícilmente podrá tener un resultado distinto al actual gobierno. Con él como ministro de Economía Argentina tiene una inflación del 130 % en 2023, pero, en su opinión, esto lo propició fue la sequía y un vencimiento en el pago con el FMI.
Otro lo encabeza Milei, liberal libertario, que pretende eliminar el Banco Central (emisión monetaria), bajar la inflación, privatización de empresas estatales deficitarias y dar otro enfoque a los tan necesarias políticas sociales, ya que el actual gobierno tiene cifras de 40 % de pobres y 10 % de indigentes. Para eso Milei creerá un ministerio de Capital Humano, dónde va a fusionar (infancia, familia, trabajo y salud), entregando los mismos beneficios sociales, pero sin intermediarios y haciendo fiscalización de las políticas sociales.
Acá no se trata de Sergio Massa o Javier Milei, se trata de quien defiende las ideas correctas y claramente las ideas de Massa, aunque las llevara a la práctica la Madre Teresa de Calcuta, tendrían hiperinflación, desempleo y pobreza. Las ideas que defiende Milei, son las ideas del mundo libre que para Argentina son extremas. Ya que la vulnerabilidad y dependencia de los argentinos es también extrema, todos los precios están subsidiados, muchos viven de planes sociales y el país no produce ni de cerca lo que gasta.
Fundamental es ir a votar por cualquiera de las opciones y fiscalizar los resultados, ya que el resultado será estrecho. Ahora, la Libertad Avanza, sus votantes y adeherentes deben cuidar los votos, con la ayuda de Patricia Bullrich, Mauricio Macri y los espacios que apoyan a Javier Milei.
La maquinaria que ha puesto Massa para ganar la elección presidencial, es sin pudor y donde vale todo. Por tanto se ha visto un despliegue comunicacional y campaña del miedo nunca vista en América Latina. En Chile, Sergio Massa, no podría haber sido candidato presidencial, el ex presidente Piñera tuvo que realizar un fideicomiso ciego con su patrimonio para poder separar la política de los negocios.
Nunca fue tan fácil la decisión: continuidad o cambio.