ANTONIO MARIA DELGADO,
Los dos hombres vestidos con jeans y franelas eran desconocidos, pero entraron al gimnasio en la ciudad venezolana de Maturín como si fueran los dueños del lugar. Le preguntaron a la encargada de la recepción si el gobernador del estado se encontraba allí. Lo estaba.
Un guardia, al ver sus armas, agarró su radio de dos vías y soltó: “Acaban de entrar hombres armados”.
Fueron sus últimas palabras antes de que una ráfaga de disparos de 9mm lo alcanzara, enviando al mismo tiempo a quienes se encontraban haciendo ejercicio al suelo. Entre ellos se encontraba el gobernador del estado Monagas, José Gregorio “El Gato” Briceño.
Se produjo de inmediato un intenso pero breve tiroteo, con más de 50 disparos efectuados. Al final del incidente en el 2012, uno de los sicarios quedó tendido en el suelo con un disparo en la cabeza y el otro fue capturado tras resultar herido.
Ni diez minutos después, Briceño, conmocionado, sin aliento pero vivo, recibió una llamada del presidente Hugo Chávez.
“Gato, ¿qué pasó?” Chávez preguntó.
“¨Presidente, yo presumo que fue un atentado, y no tengo ninguna duda de que fue [ordenado por] Diosdado”, respondió Briceño.
Se refería a Diosdado Cabello, el cercano colaborador de Chávez que rápidamente se estaba convirtiendo en uno de los hombres más ricos y poderosos de Venezuela. El mismo Diosdado Cabello que, según registros de la DEA y múltiples entrevistas a ex funcionarios venezolanos, se desempeña simultáneamente como una de las principales autoridades del régimen de Caracas y la principal cabeza del cada vez más poderoso Cártel de los Soles. Cabello, quien se graduó de segundo en la promoción de 1987 de la academia militar, ha consolidado el poder a través de sus conexiones, primero con el difunto Chávez y luego dentro de la estructura gubernamental que encabeza el actual gobernante Nicolás Maduro.
Muchos creen que su poder rivaliza con el de Maduro. Hace cumplir su voluntad manteniendo control sobre áreas claves de las fuerzas de seguridad de la nación. Con la ayuda de socios, la mayoría de ellos compañeros militares, también dirige una red de empresas que monopolizan los contratos gubernamentales y, por lo general, presentan facturas extremadamente infladas por sus productos y servicios.
Aunque la corrupción es una fuente importante de su riqueza, el tráfico de drogas ha adquirido una mayor importancia tras la disminución de los ingresos petroleros del país, alegan las autoridades de Estados Unidos.
PUERTOS, CUARTELES Y RUTAS
Las operaciones de droga son facilitadas por el control que ejerce sobre los cuerpos de seguridad y los principales puertos del país, lo cual garantiza que los cargamentos pasen ininterrumpidos desde que entran por ríos desde Colombia hasta que en muchos casos salgan dentro avionetas o dentro de buques de carga con destinos finales a Europa y Estados Unidos.
Las ganancias ilícitas son blanqueadas dentro de Venezuela, haciendo uso de las empresas del estado y la propia economía venezolana. Para ello, Cabello tiene un As bajo la manga: Su hermano José David Cabello, quien dirige el equivalente venezolano del IRS estadounidense.
El papel que juega Cabello en el narcotráfico figura en los “NarcoFiles: The New Criminal Order”, una investigación periodística transnacional sobre el crimen organizado mundial, sus innovaciones, sus tentáculos y quienes lo combaten.
El proyecto, liderado por el Organised Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) en alianza con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, comenzó con una filtración masiva de documentos de la Fiscalía de Colombia. La filtración fue compartida con el Miami Herald y otros 40 medios de comunicación de todo el mundo.
Los documentos filtrados exponen la participación personal de Cabello en el tráfico de drogas, indicando que Cabello tiene varios socios que poseen hatos ganaderos en los Llanos de Venezuela que reciben cargamentos de drogas que salen desde Colombia a través del río Arauca.
Aunados a entrevistas exclusivas con miembros del cartel en el exilio y documentos de la DEA, la filtración colombiana proporciona el retrato más claro hasta el momento del hombre que supuestamente supervisó la transformación de Venezuela de una nación petrolera a un narcoestado.
PRELUDIO DE UN TIROTERO
Cabello tenía motivos para odiar a Briceño – el entonces gobernador del estado de Monagas, que ahora vive exiliado en España. Briceño dijo al Herald que había enviado informes detallados a Chávez alegando que Cabello y su hermano, José David, estaban dirigiendo una extensa operación de narcotráfico y de lavado de dinero.
Briceño informó que los cargamentos de cocaína que salían de Colombia eran transportados a grandes ranchos ganaderos comprados por testaferros de los hermanos Cabello en Monagas, un estado en el noreste de Venezuela, y desde allí sacados del país en barco o avioneta.
Elaborados por agentes de inteligencia del departamento de policía del estado, los informes ocupaban varias páginas y estaban repletos de fotografías, organigramas y descripciones detalladas de la operación, dijo Briceño a el Herald.
Nada de lo que aparecía en los informes debió sorprender a Chávez, ya que según entrevistas y documentos revisados por el Herald el presidente no sólo conocía la operación de narcotráfico sino que había escogido a Cabello, entre otros, para ayudar a dirigirla.
Hacer sonar la alarma le costó a Briceño el control de la policía estatal. Un mes después del intento de asesinato, unidades de la Guardia Nacional, apoyadas por tanques ligeros y portando armas de asalto, tomaron el cuartel general de la policía.
Las cosas sólo empeoraron para Briceño. El gobernador terminó enfrentado a Chávez luego de que se negó a cumplir la orden del presidente de restablecer el servicio de agua en Maturín cuando una fuga masiva de petróleo contaminó la principal fuente de suministro de la ciudad, el río Guarapiche. Si hubiera obedecido, asegura Briceño, los 600,000 habitantes de la ciudad habrían estado expuestos a toxinas mortales.
Briceño, al igual que varios otros ex miembros de alto rango del régimen, le dijeron a el Herald en entrevistas separadas que Cabello se encuentra a la cabeza del Cartel de Los Soles.
Los documentos de la DEA obtenidos por el Miami Herald y su empresa matriz, McClatchy, subrayan su participación. Cabello estuvo presente en el nacimiento del cartel, según esos documentos. Estaba entre un grupo de lugartenientes de Chávez que participaron en una serie de sesiones orquestadas por el entonces presidente en 2005 para discutir el ingreso de las fuerzas armadas venezolanas en el negocio de la droga.
“Chávez instó al grupo… a promover sus objetivos políticos, incluida la lucha contra Estados Unidos inundando el país con cocaína”, señala uno de los documentos. Según registros de la DEA, Chávez ordenó a Cabello, a el mayor general Hugo Carvajal, al entonces ministro de Defensa Henry Rangel Silva y a otros coordinarse con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal ejército rebelde de Colombia, estipulando que los organismos policiales “no deben interferir” en las operaciones de droga.
El abogado de Carvajal, Zachary Margulies-Ohnuma, niega que su defendido haya participado en una reunión de esas características. “No tengo conocimiento sobre la existencia de algún tipo de evidencia creíble de que eso haya ocurrido”, dijo.
El documento de la DEA fue enviado por el Departamento de Estado de Estados Unidos a España para tratar de conseguir la extradición de Hugo Carvajal, el jefe de espías de Chávez, quien fue arrestado en el 2019 cuando intentaba ingresar a ese país.
Si bien Cabello era sólo uno de varios lugartenientes de Chávez que fueron asignados para ingresar al narcotráfico en sociedad con la guerrilla colombiana, pronto llegaría a la cima, dijeron al Miami Herald fuentes anteriormente afiliadas al régimen.
“Diosdado es el jefe de todo”, dijo un ex miembro del cartel a el Miami Herald.
La participación “directa” de Cabello en el tráfico de drogas llevó a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, también conocida como OFAC, a sancionarlo, alegando que utilizó su control sobre las fuerzas de seguridad del país para promover una serie de actividades criminales, incluyendo extorsión y lavado de dinero, y contrabando de minerales además del tráfico de drogas.
Las sanciones pueden implicar restricciones de viaje y congelación de activos.
LA OFAC Y LAS FARC
Además de ejecutar sus propias rutas con drogas proporcionadas por las FARC, Cabello tenía una conexión adicional con la cocaína, según la OFAC. La agencia estadounidense dijo que su organización se apoderó de cargamentos de drogas incautados a traficantes de poca monta y los exportó a través de un aeropuerto propiedad del gobierno venezolano.
“Cabello, junto con el presidente Maduro y otros, dividieron las ganancias de estos envíos de narcóticos”, dijo la OFAC.
El 26 de marzo de 2020, como seguimiento de las sanciones de la OFAC, Estados Unidos emitió una acusación contra Cabello y otros 14 funcionarios de alto rango del régimen, incluyendo a Maduro, de convertir a Venezuela en un centro de narcotráfico autorizado por el Estado. El Departamento de Estado anunció una recompensa de $10 millones por información que conduzca al arresto del dirigente chavista.
La recompensa hasta el momento no ha sido reclamada.
El control que Cabello tiene sobre los puertos del país es casi absoluto, dijeron las fuentes, debido en parte a la reestructuración de Bolipuertos, la entidad estatal de supervisión.
La “reestructuración” permitió al cártel, “particularmente a la facción de Cabello, tomar un control casi total sobre las entradas y salidas de los puertos y los productos – lícitos o ilícitos – que se movían a través de ellos”, dijo un informe reciente de IBI Consultants, una firma de consultoría de seguridad especializada en crimen organizado transnacional en América Latina. El informe fue elaborado para una agencia policial estadounidense.
En esos mismos puertos, Cabello tiene militares leales a él que facilitan los envíos de droga, según el informe.
“Cabello depende tanto de miembros de su familia en puestos clave como de militares y ex oficiales militares, particularmente aquellos cercanos a su promoción de graduación de 1987 de la academia militar. La mayoría de quienes ocupan puestos clave para controlar la infraestructura crítica y los flujos de cocaína son de las clases de la academia militar de 1986-1988, que son amigos personales y camaradas de Cabello”, agrega el informe.
Es más, Cabello ahora tiene control directo del servicio de inteligencia del país, el temido SEBIN, lo que le da ventaja en las luchas internas del cartel.
Un engranaje clave en su consolidación de poder es José David, quien según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos facilita las operaciones de lavado de dinero del cartel a través de su control del servicio de ingresos de Venezuela, Seniat.
\HERMANOS, COLABORADORES
Los hermanos supuestamente han acumulado un vasto imperio empresarial e inmobiliario a través de una ola de expropiaciones llevadas a cabo a lo largo de los años por el régimen. Algunas de esas propiedades expropiadas terminaron en manos del clan Cabello, dijeron las fuentes.
A pesar de la enorme riqueza y poder que han acumulado, hay un objetivo que no pudieron conseguir y que Briceño dice fue el origen de la enemistad que desarrollaron con él.
“El enfrentamiento con Diosdado empezó cuando llegué a gobernador, porque quería imponer en el cargo a José David Cabello, su hermano”, dijo Briceño.
¿Por qué?
“El sueño de su madre era que uno de sus hijos fuera gobernador del estado Monagas”, dijo Briceño. “Fue entonces cuando comenzó la confrontación y el tipo usó todo su poder para evitar que yo ganara las elecciones y luego permaneciera en el cargo”.
Puede que el deseo de su madre no se hiciera realidad, pero el deseo de convertir Monagas (y Venezuela) en un paraíso de las drogas sí ocurrió.
Los expertos creen que el cartel, utilizando Monagas como uno de sus puntos de partida, exporta entre 250 y 350 toneladas de cocaína por año, con un valor en la calle de entre $6,250 y $8,750 millones.
Gran parte de ese total fue enviado a Estados Unidos.