Brasil, el segundo país más afectado por el coronavirus en el mundo después de los Estados Unidos, se acerca al millón de casos positivos de COVID-19 y hay dudas sobre cuándo llegará el pico de la pandemia.
El Ministerio de Salud registró en su último boletín un total de 978.142 contagios y 47.748 muertes por la enfermedad, tras sumar 22.765 infectados y 1.238 fallecidos en las últimas 24 horas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con 210 millones de habitantes Brasil acumuló el mayor número de contagios (183.686) y muertos (6.835) de todo el mundo en los últimos siete días.
Sin embargo, afirmó que ve una cierta estabilización de la pandemia en el país, pero advirtió que aún es pronto para afirmar que se ha alcanzado el llamado pico de la enfermedad, sobre el que hay pocas certezas y muchos interrogantes.
«Esa estabilización supone que el impacto continúa siendo el mismo. No significa una buena noticia, simplemente que no está aumentando la velocidad de crecimiento«, explicó a la agencia de noticias EFE Alexandre Naime, jefe de Infectología de la Universidad Estatal Paulista (Unesp).
Desde el primer caso en Brasil, registrado el pasado 26 de febrero, las estimaciones en torno a la fecha en la que llegará el pico de casos y muertes han ido cambiando. Las primeras previsiones situaban el momento más crítico entre abril y mayo, después se retrasó hasta mayo-junio y ahora se prevé que llegará entre finales de este mes y julio, aunque también hay pronósticos que hablan de los primeros días de agosto.
Sin embargo, cada vez son más los especialistas que creen que no habrá pico como tal debido a que cada uno de los 27 estados brasileños vive su propia realidad pandémica y sostienen que los casos y muertes se extenderán por un tiempo en una línea horizontal.
En la región sureste y sur bajan las temperaturas por el invierno austral y aumentan las hospitalizaciones por otros síndromes respiratorios agudos. En 2019, Brasil registró 1.122 muertes por los tres tipos de influenza, según datos oficiales.
Por otro lado, en la región amazónica (norte) ha empezado la época seca, y con las altas cifras de deforestación registradas hasta ahora se prevé un gran número de incendios, lo que también afectará a las vías respiratorias de los habitantes de esa zona, además del gravísimo daño medioambiental.
Mientras, los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro, que concentran algo más del 40 % del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño y son además los más azotados por el virus, continúan con su vuelta gradual a la normalidad.
Vuelve el fútbol a Río con el polémico retorno del último campeón de Liga y Copa Libertadores, el Flamengo, que se enfrentará, sin público, al modesto Bangu por el Campeonato Carioca.
La vuelta del torneo regional, autorizada por la Alcaldía, se produce en pleno crecimiento de casos y contagios y sin consenso entre los clubes.
Fuente: El Clarín