Nicaragua sufre la mayor tasa de letalidad por coronavirus (SARS-CoV-2) en la región. Esto significa que la cantidad de muertos en proporción a los contagiados es la más alta.
Según las cifras oficiales, el 23,07 % de los diagnosticados han muerto. Si bien la cifra es alarmante, lo más sobresaliente es lo bajas que son las cifras totales, pues reflejan cómo la falta de pruebas ocultan las cifras reales. En total, hay 13 contagiados reconocidos por el régimen en Nicaragua, de los cuales tres han fallecido.
La cifra de contagiados podría llegar a 119 703, según las proyecciones de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), si la dictadura de Daniel Ortega no empieza a tomar medidas. Pero sobre todo si no deja de ser un obstáculo en materia de prevención y para la realización pruebas de COVID-19 por parte del sector privado.
Aunque Funides advierte que la cantidad de muertos podría llegar a 650 en junio, si la tasa de fatalidad persiste al promedio que va, los muertos podrían superar los 30 000 en poco más de un mes. Sobre todo si se toma en cuenta el rango comparativo con otras naciones. Por ejemplo, en Ecuador, país con la mayor cantidad de muertos per cápita en la región, hay alrededor de 25 000 contagiados y un promedio de 900 muertos por COVID-19 y 1 453 fallecidos sospechosos de haber contraído el virus.
Contrario a la versión oficial del régimen, el Observatorio Ciudadano COVID-19 reportó 316 casos, cifra avalada por gremios médicos y científicos.
Por su parte, el pasado martes 28 de abril el Comité Científico Multidisciplinario de Nicaragua alertó sobre la necesidad de contar con información “real” sobre la pandemia en el país. Además de reprochar la falta de transparencia por parte del régimen, que aseguran pone en riesgo al personal médico de “primera línea” que está vulnerable a la pandemia. El Comité anunció haber recibido denuncias de médicos despedidos por filtrar información sobre los contagios y por exigir protección adecuada para enfrentar la pandemia en los hospitales públicos.
Nicaragua está cometiendo los mismos errores que China
Tal como sucedió en la China comunista, donde médicos y periodistas fueron perseguidos por denunciar el brote del SARS-CoV-2, en Nicaragua el régimen socialista busca tapar el avance de la pandemia mediante la censura.