Cambiar los comunicados estériles por acciones concretas que ejerzan una presión real sobre el régimen de Nicolás Maduro para que acepte su derrota en las elecciones presidenciales del 28 de julio es lo que busca el Gobierno de Estados Unidos en la reunión ministerial sobre la urgente situación en Venezuela en el marco de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se celebra en Nueva York, con la intención de sumar apoyos a esta iniciativa que permita garantizar el retorno de la democracia a la nación sudamericana. El encuentro finalmente terminó con la divulgación de una resolución firmada por 31 naciones presentes.
De esta manera Washington ha apostado por subir el tono desde la comunidad internacional para evitar que el chavismo siga adelante con su plan de aparentar una falsa normalidad que le permita pasar la página. “No podemos darnos por satisfechos con solamente declaraciones conjuntas. Debemos actuar conjuntamente. Esa es la única manera de cambiar los cálculos y la conducta de Maduro”, dijo el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, quien agregó que “es crucial sostener esta presión colectiva en los meses previos a la toma de posesión presidencial prevista para enero”.
El jefe de la diplomacia estadounidense comenzó su intervención agradeciendo a la canciller argentina, Diana Mondino, por acompañarlo en la convocatoria a esta reunión para hacer todos los esfuerzos que permitan “garantizar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano se respeten realmente”, considerando que “el régimen se negó a hacer públicos los resultados electorales detallados”, los que –según enfatizó– “manipuló” para declarar “falsamente ganador a Maduro” y luego optar por “reprimir brutalmente a manifestantes pacíficos y opositores políticos”, además de haber emitido “injustamente” una orden de arresto contra Edmundo González, a quien EE. UU. reconoce por una “abrumador mayoría” como el ganador de la elección.
“El régimen puede intentar ocultar los resultados, pero el pueblo venezolano ha hablado. Ahora, nuestro trabajo es asegurar que sus voces sean escuchadas” remarcó Blinken mientras pedía “continuar haciendo llamamientos al régimen de Maduro para que frene la represión” y “libere de inmediato e incondicionalmente a todos aquellos que han sido detenidos arbitrariamente, incluyendo niños”; así como seguir utilizando “todas las herramientas” necesarias para “responsabilizar a los individuos que tienen la más alta responsabilidad por los graves abusos a los derechos humanos cometidos contra el pueblo venezolano”.
Comunicado conjunto de 31 países
Luego de la reunión a puerta cerrada sobre la situación en Venezuela que encabezaron los jefes de la diplomacia estadounidense y argentina, se emitió un comunicado conjunto firmado por 31 países, en el que se acogieron varios de los puntos planteados por Estados Unidos como exigir el respeto a la voluntad popular de los venezolanos expresada el 28 de julio en las urnas, considerando que “de acuerdo con las actas publicadas Edmundo González ganó la mayoría de los votos” y fue “forzado a abandonar el país”.
El comunicado conjunto tras la reunión fue firmado por los gobiernos de Argentina, Australia, Austria, Bosnia y Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, República Dominicana, Estonia, Alemania, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Latvia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Ucrania, Reino Unidos, Estados Unidos y la Unión Europea.
La tribuna de la Asamblea General de la ONU
La presión internacional para que el régimen de Maduro reconozca su derrota sigue creciendo. La Asamblea General de la ONU ha sido una importante tribuna para que decenas de mandatarios levanten su voz de manera individual en defensa de la democracia en Venezuela, como lo hicieron en su discurso los presidentes de Estados Unidos, Chile, Argentina, Paraguay, Guatemala, República Dominicana y Uruguay, entre otros.
“Ya no se trata de presentar las actas de las elecciones ni nada que se le parezca. Acá se trata de condenar el fraude, de condenar el régimen y condenar no solo un proceso electoral viciado. Hay que hacerlo también con la persecución política, con la violación de los derechos humanos. A mí me parece que ha llegado la hora de actuar, por Venezuela, por los venezolanos, y también que si la comunidad internacional es tolerante a estas actitudes, solo resta esperar para saber cuál va a ser el próximo país que va a ser sometido a lo que están sometidos los venezolanos”, dijo en la Asamblea General de las Naciones Unidas el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Aunque Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil evitaron hacer mención al fraude cometido por el chavismo en el auditorio de la ONU, en declaraciones a los medios han insistido en la necesidad de que se publiquen las actas o, en caso contrario, no habrá reconocimiento al supuesto triunfo de Nicolás Maduro, que pretende juramentarse el 10 de enero para un nuevo periodo de seis años más. Sin embargo, estos dos últimos tampoco reconocen la victoria de Edmundo González y suelen ignorar las actas que son de conocimiento público, lo que fue repudiado por la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, por pretender poner al mismo nivel a víctimas y victimarios.
Pedido de denuncia contra Maduro ante la Corte Penal desde España
Por otro lado, desde España también se suman importantes declaraciones a la presión para que el régimen de Nicolás Maduro admita su derrota. El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, pidió este jueves al Gobierno del socialista Pedro Sánchez que deje de ser “tibio” y denuncie a Maduro ante la Corte Penal Internacional, ya que “la única salida es reconocer la derrota de Maduro y reconocer la victoria de la oposición”.