Los otros dos candidatos a llevar el timón de la organización, el peruano Hugo de Zela y la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, dijeron que la diplomacia y la negociación son la clave ante estas crisis.
Espinosa, excanciller de Ecuador y expresidenta de la Asamblea General de la ONU, durante el gobierno de Rafael Correa, aliado de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y que enfrenta juicio por corrupción, dijo que ante conflictos políticos se deben cumplir los mandatos de la carta democrática interamericana y usar los órganos técnicos que tiene la organización, además de generar grupos de mediación.
De Zela, actual embajador del Perú en Estados Unidos, destacó que “no se puede profundizar divisiones”, en lo que pareció una clara alusión a Almagro, conocido por no tener pelos en la lengua cuando se trata de denunciar el gobierno del venezolano Nicolás Maduro.
“En síntesis, el Perú propone, con mi candidatura, una alternativa equilibrada ante perspectivas polarizadoras que están debilitando la efectividad y relevancia de la OEA como foro multilateral hemisférico”, dijo De Zela en su presentación.
Se prevé que los miembros de la organización elijan un nuevo secretario general el 20 de marzo.
Cada candidato espera obtener al menos 18 votos de un total de 34 miembros activos de la OEA para lograr el puesto. Colombia presentó a Almagro mientras que Perú a De Zela, y Antigua y Barbuda, junto a San Vicente y las Granadinas, tres Islas que han votado a favor de regímenes totalitarios, a Espinosa.
Si gana, Espinosa sería la primera mujer que dirige la plataforma de diálogo político del hemisferio occidental, que tiene siete décadas de historia.
Almagro apoya abiertamente al líder opositor venezolano Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, y ha criticado con dureza a Maduro, contra quien presentó dos informes detallados acusándole a él y a su régimen de quebrantar la democracia y violar los derechos humanos. Aun así, el uruguayo no logró los votos requeridos para que la OEA suspendiera a Venezuela invocando la carta democrática interamericana, esto debido a la política de los petrodólares con la mayoría de las 15 Islas que integran la Comunidad del Caribe (Caricom).
El miércoles, Almagro dijo que la OEA se enfoca en “diálogo para promover democracia y no para ser indulgentes con dictaduras, diálogo para liberar presos políticos, diálogo desde el posicionamiento fuerte de la organización y no desde la irrelevancia y la debilidad”.
El secretario general declaró que bajo su mandato, que empezó en 2015, la OEA ha recuperado su credibilidad y su relevancia. Destacó además que cuando llegó al puesto había un déficit de nueve millones de dólares en los fondos de reserva, mientras que ahora hay un superávit de 16 millones, sin haber aumentado las cuotas de los miembros.
Fuente: Diario las Américas