La inflación anual en Estados Unidos registró en marzo su nivel más alto en más de 40 años: 8,5%, según el informe del Departamento de Trabajo.
Desde hace un año, la inflación es superior al 2%, cifra que la Reserva Federal (Banco Central estadounidense) marcó como objetivo. Durante 11 meses la administración Biden y la Fed subestimaron la importancia de los niveles inflacionarios. En reiteradas ocasiones dijeron que era «temporal».
Apenas el mes pasado, la Reserva Federal decidió subir las tasas de interés a 0.25%. Los economistas dijeron que era una medida demasiado débil para comenzar a frenar la crítica situación inflacionaria que sufren los estadounidenses.
La Casa Blanca achaca el problema a la guerra de Ucrania, pero la escalada de los precios del combustible y de todos los productos viene desde marzo del 2021 cuando el gobierno de Joe Biden emprendió una «guerra» contra la industria del petróleo estadounidense con sus reformas de cambio climático, y revirtió la efectiva política económica del expresidente Donald Trump.
El excesivo e innecesario estímulo federal de $1,9 billones aprobado en marzo de 2021 aceleró, como previeron economistas, los niveles inflacionarios en la economía estadounidense.
Los fondos también crearon una crisis de desestimulación al trabajo, lo que resultó en una escasez sin precedentes de mano de obra en las industrias y otros sectores, junto a la dependencia exterior de suministros y los altos precios de las materias primas. Todo comenzó en enero de 2021 con el cierre de los oleoductos de la actual administración y medidas restrictivas a la industria del gas, el petróleo y el carbón.
El conflicto bélico en Ucrania sólo vino a profundizar la crisis que ya existía desde hace un año a causa de las medidas de la Casa Blanca, cuyas consecuencias también se incrementaron mes a mes sin ninguna acción de la Reserva Federal y frente al desinterés de la administración Biden.
Antes de la guerra en Ucrania los precios de los productos de consumo se habían duplicado en muchos casos, en otros triplicado y el barril de petróleo estaba en los 100 dólares.
En un mes, los precios subieron 1,2%, frente al 0,8% en febrero. El precio de la gasolina en Estados Unidos se disparó 18,3% respecto al mes anterior, y representó cerca de la mitad de la inflación, precisó el departamento.
Los precios totales de la energía aumentaron 11% frente a febrero, que incluyó un salto de 22,3% en los precios del petróleo, según el informe.
Los mercados financieros prevén aumentos de las tasas mucho mayores de los que habían anticipado los funcionarios de la Fed el mes pasado.
Fuente: Diario las Américas