domingo, noviembre 17, 2024
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Cuba: «Algo se cuece entre AMLO, el Vaticano y Washington»

La Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, anunció el lunes 25 de julio el nombramiento de un nuevo encargado de negocios, Benjamín G. Ziff, en sustitución del veterano diplomático Timothy Zúñiga-Brown, quien había asumido esa función en el verano de 2020.
Natural de California, Ziff es graduado de Ciencias Políticas, tiene una maestría en Derecho y Diplomacia de la acreditada Escuela Fletcher y otra en Estudios de Seguridad Nacional del National War College de Estados Unidos. Hasta su designación en Cuba se desempeñó como director del Grupo de Trabajo sobre Migración de la Oficina del hemisferio occidental del Departamento de Estado.
Antes de cumplir esa función, Ziff había sido nombrado miembro principal del Departamento de Estado para el German Marshall Fund (GMF) de Estados Unidos, donde se dedicó a atender el restablecimiento de las relaciones transatlántica entre Washington y Europa. Ha trabajado en España, Perú, Colombia, Panamá, Australia e Israel. Fue director adjunto de la Oficina de Asuntos Centroamericanos del Departamento de Estado. Ocupó puestos de alto nivel en las embajadas de Estados Unidos en Venezuela, Irak e Italia. Fue merecedor del Premio Murrow a la Diplomacia Pública del Departamento de Estado y el Premio al Rango Presidencial.

Un buen negociador

Un diplomático occidental del que reservamos su identidad califica a “Benjamin G. Ziff como un buen negociador. Ahora mismo las relaciones entre La Habana y Washington están en un punto muerto desde 2016. Con la llegada de Trump se revirtió todo lo alcanzado por la administración de Obama. Los supuestos ataques sónicos, el reforzamiento de posiciones conservadoras del régimen cubano, la pandemia, la crisis económica que vive Cuba y la imparable ola migratoria exige a ambas partes sentarse a dialogar. El tema migratorio es un asunto de seguridad nacional en Estados Unidos y va a influir, desde luego, en las elecciones de medio tiempo. Creo que Ziff puede abrir un canal de diálogo serio, que lime las asperezas e instaure un clima de confianza. Siempre manteniendo sobre la mesa el tema de los derechos humanos que es una prioridad en el gobierno de Biden”.
“¿Halcón o paloma?”, le preguntó DIARIO LAS AMÉRICAS al diplomático. “No creo que Zúñiga-Brown haya sido de línea dura ni que Ziff llegue para restablecer la Doctrina Obama. La diplomacia, como la política, es el arte de lo posible. Y tanto el gobierno de Cuba como la Casa Blanca necesitan dialogar y buscar acuerdos en temas comunes como la inmigración ilegal, la lucha contra las drogas, el respeto a la libertad de expresión y en lo posible firmar acuerdos que beneficien a los cubanos”, respondió.
Otra fuente opina que “no hay que darle más vuelta al asunto ni sospechar que Timothy Zúñiga-Brown fue reemplazado por mal trabajo. Su misión era por dos años. Mara Tekach, que le antecedió, también estuvo dos años. Podrán cambiar algunas cosas, pero el gobierno de Estados Unidos va a seguir insistiendo en la libertad de los presos del 11J y la excarcelación de disidentes como José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Lázaro Yuri Valle Roca, Luis Manuel Otero y Maykel Osorbo”.

Zúñiga-Brown “injerencista”

Según rumores en corrillos diplomáticos de La Habana, las autoridades cubanas se habían quejado a Washington por un supuesto ‘desempeño irrespetuoso’ de Zúñiga-Brown. Al respecto, un funcionario extranjero argumenta:
“Los operadores políticos locales veían en Timothy a un hombre que defiende las medidas de Trump contra el régimen. El discurso de Zúñiga-Brown durante la conmemoración del 4 de julio fue considerado por los funcionarios cubanos de injerencista. El gobierno acá tiene la piel muy fina cuando se les critica o se apoya a la disidencia. Pero en el actual contexto, para el régimen es una prioridad sentarse en la mesa de negociaciones, pues la situación económica está al límite y el descontento social es como una granada sin espoleta. Lo sabe Estados Unidos. Y algo se cuece ahora mismo entre AMLO, el Vaticano y Washington. Hay temas peliagudos como los posibles ataques acústicos, la emigración irregular, la represión y el encarcelamiento de opositores. Pero La Habana cada vez es más dependiente de Miami. El dinero de los emigrados es la segunda industria nacional. Las medidas económicas aplicadas por Díaz-Canel no han funcionado. Geográficamente, Cuba no se puede mudar. Estados Unidos es su mercado natural y los dos millones de cubanos que viven allí es el mejor capital que tienen para reconstruir el país. Negociar con la Casa Blanca sería un primer paso. Más adelante el gobierno de la Isla tendrá que hacer un trato con los políticos y empresarios acaudalados cubanoamericanos. La solución pasa por cortar ese nudo gordiano. Si las autoridades quieren salir de ese atolladero, Ziff podría ser un interlocutor adecuado”.

Nuevo enfoque

La disidencia interna tiene opiniones encontradas. El opositor Manuel Cuesta Morúa afirma que el nombramiento de Benjamín G. Ziff, “sí trae consigo un nuevo enfoque, más asertivo en temas de derechos humanos y, por lo tanto, más abierto a la oposición. Esta es una designación política, que responde a la visión de Biden hacia Cuba. No es una designación meramente diplomática como la anterior. En dos sentidos: hacia el gran problema migratorio, lo que pone el acento en el tema primordial en la relación con el gobierno, y hacia el tema de los derechos humanos y la democracia. En este último punto, entiendo que se refuerce el contacto e intercambio con la oposición”.
Según Cuesta Morua, “Timothy Zúñiga-Brown, quien ya tuvo una experiencia anterior en Cuba, desempeñó una buena labor en relación con los presos políticos, el apoyo a la sociedad civil y la mirada permanente sobre la represión en Cuba. Pero tal vez le faltó una visión mayor acerca de las posibilidades de la transición cubana”.
Rolando Rodríguez Lobaina, opositor y director del medio audiovisual Palenque Visión, no cree “que la designación del nuevo encargado de negocios pueda traer algún cambio. Salvando las épocas, hubo diplomáticos como Vicki Huddleston y James Cason que hicieron una labor encomiable a tono con lo que exigía el momento y el apoyo que requiere la oposición dentro de Cuba. Desde mi punto de vista, los encargados de negocios que llegan a La Habana van con una agenda y no pueden sobrepasarla, porque está marcada por la administración de turno. Por tanto, no sé en qué onda podrá venir Ziff. Pero no creo que vaya a marcar la diferencia, porque los intereses de la Casa Blanca son los que prevalen», subraya y añade:

Buena gestión de Zúñiga

«Valoro de buena la gestión de Zúñiga-Brown. Tuvo un apoyo significativo para la oposición, pero repito, esto siempre responde a la agenda diseñada por Washington. Zúñiga me recordó a Mara Tekach, que viajó personalmente a las provincias orientales y se reunió con varios disidentes y activistas de la sociedad civil, y eso lo han hecho pocos funcionarios de la Embajada de Estados Unidos y es digno de reconocer. En el tema de Cuba, y en eso estoy claro, son los propios cubanos los que tenemos que trazar estrategias y decidir nuestro futuro. Hay muchas variables en juego, el tema de las negociaciones migratorias, el apoyo de las empresas privadas y otros puntos que muchos opositores no estamos de acuerdo, pero es la visión del gobierno de Biden siguiendo las pautas de Obama, de abrir brechas dentro de la sociedad y que las personas se vayan independizando del Estado. Pero ninguna de estas estrategias ha contado con el voto de los líderes de la resistencia dentro de Cuba que conocen la naturaleza represiva de la dictadura que siempre suele ir varios pasos por delante de las administraciones de Estados Unidos que apuestan por la distensión”.
Una opinión es prevaleciente entre muchos cubanos y es que más allá de las negociaciones que Washington pudiera acordar con el régimen de La Habana, un segmento amplio de connacionales reconoce que el futuro de la Isla pasa por un diálogo inclusivo entre compatriotas dentro y fuera del país para detener el desastre. Cualquier otra estrategia podría estar abocada al fracaso.
Fuente: Diario las Américas.

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