La autoridad electoral de la dictadura cubana informó que el pasado domingo (26) acudieron a las urnas 5,7 millones de cubanos, lo que representa el 70,34% de los votantes, según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral. El régimen cubano es una dictadura totalitaria y sólo existe una farsa electoral sin valor democrático. Los 470 “diputados electos” mantendrán la estructura dictatorial existente desde 1959. Hubo una mayor abstención respecto a otros años, pero debemos entender que este es un problema menor frente a cuestiones democráticas más amplias.
La total falta de confiabilidad del sistema político y electoral del régimen se debe al unipartidismo, la toma de instituciones por un partido y el sistema electoral completamente corrompido. Sólo el Partido Comunista de Cuba puede presentar candidatos. Las estructuras del poder judicial y electoral están completamente dominadas por el Partido Comunista. Además, se reprimió cualquier actividad de oposición en la farsa de la jornada electoral.
La organización Cubalex registró más de 30 hechos represivos en al menos 8 provincias. Hubo amenazas a miembros de las plataformas Observadores de Derechos Electorales (ODE), Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (COPE) y Comisión Cubana de Defensa Electoral (Cocude), organizaciones de la sociedad civil que intentan monitorear la legitimidad de las elecciones. El diario ADN Cuba citó un documento de estas organizaciones que decía: “Observadores independientes de algunas de nuestras organizaciones, que decidieron trabajar en conjunto, fueron visitados, citados y amenazados por su propósito y voluntad de hacer uso de lo establecido en la Constitución y Ley electoral sobre observación”.
El diario Cubanet también señaló los fraudes. Según el periódico, estas elecciones fueron las “más irregulares desde 1976”. Los observadores cuestionan las cifras de participación electoral en el país, cuya cifra real sería muy inferior a la reportada por la dictadura. Las ONG también demostraron que en varios colegios electorales votaron personas que no estaban registradas.
El diario Diario de Las Américas explicó que se cortó el servicio de internet para periodistas independientes. Opositores como Marisol Peña Cobas y José Luis Acosta, la activista Zelandia Pérez Abreu y el periodista independiente Juan Manuel Moreno fueron vigilados por las estructuras represivas del régimen.
En Cuba existen los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), organizaciones que emulan a la sociedad civil pero están subordinadas al Partido Comunista de Cuba. Los CDR son una mezcla de aparato represivo y policía política utilizados para hostigar, reprimir y amenazar a los opositores. Es algo que siempre está presente en los regímenes comunistas, aunque con diferentes nombres.
Una de las principales líderes de la oposición al régimen, Rosa María Payá, publicó un post en sus redes sociales exigiendo un plebiscito, una transición democrática y elecciones verdaderamente libres.
Los medios de comunicación de la prensa «mainstream» como El País cubrieron más la abstención electoral, y no el proceso electoral completamente corrupto en sí.
Por: Lucas Ribeiro. Publicado originalmente en Brasil Sem Medo.