jueves, septiembre 19, 2024
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Cuba: el precio de no existir

Pbro Juan Lázaro Vélez González,

“Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado, quienes reciben de él el permiso para vivir.” José Martí.

En la Isla cárcel el concepto de “no existir” va más allá de la invisibilidad política. Han sido muchos años de heridas profundas por causa de un sistema diabólico y tétrico como lo es el comunismo en toda la extensión de la palabra. Los cubanos hemos sufrido lamentablemente la falta de oportunidades y la represión de identidad política por más de 65 años.

Hace tres años, el 11 y 12 de Julio del 2021, toda Cuba vivió uno de los momentos más históricos y trascendentales de sus últimas décadas. Miles de cubanos cansados y agobiados por las miserables vidas salieron espontánea y pacíficamente a las calles exigiendo libertad y vida. Este grito de profundo descontento de una nación cansada de tanto hundirse y hundirse en las falsas promesas de un mesías ladrón de sueños. Revelaron el espíritu de un corazón que quiere renacer a una verdadera vida en libertad.

Las manifestaciones fueron realizadas por ciudadanos de todas las edades, señal del rechazo y descontento generacional hacia la gran mentira de los que nos desgobiernan. La escasez de alimentos, medicinas, alumbrones de cínica cortesía, junto a la falta de atención médica adecuada encendieron la chispa que hasta hoy sigue ardiendo, porque un pueblo que llora en silencio la muerte de sus hijos a diario, está por reventar la poca mordaza que le queda a sus represores y verdugos. El anhelo de millones de hijos de una nación, que se despertó el 11 de julio ya no duerme más, porque sabe el precio de alzar la voz y defender sus Derechos a tener Derechos Humanos.

Como siempre sucede en estos casos la respuesta de la dictadura no se hizo esperar y las fuerzas de la seguridad del Estado en conjunto con las fuerzas militares reprimieron violentamente a los manifestantes. Las “medidas posteriores” que no fueron otras que las de acrecentar la represión y la encarcelación de más de 1300 presos políticos buscaron sofocar otros intentos de sublevación tanto por los medios de comunicación independientes como el expresarse pacíficamente en protestas espontáneas.

Los dos pulmones que oxigenan la realidad de un cambio real a la libertad: el primero es el pulmón de dentro de la Isla, que respira con la fuerza de resiliencia y el coraje de los miembros de la oposición al régimen. El segundo pulmón es el que existe en la diáspora, que visibiliza y alza la voz a tiempo y a destiempo en favor de los Derechos Humanos. Ambos pulmones se fusionan democráticamente sabiendo que en la diversidad también se puede crecer en unidad.

La Casa Cuba de hoy sigue enfrentando desafíos enormes con una Esperanza poderosa en el cambio. Mientras recordamos el tercer aniversario de las protestas pensemos que es un buen ejemplo para todos los cubanos libres apoyar en responsabilidad y actuar en conciencia para que los tiranos no apaguen el derecho de existir de toda una nación.

Hijos de la Casa Cuba mantengamos el buen ánimo, porque nuestra nación se merece hoy, mañana y siempre vivir en dignidad y libertad.

Fuente: Diario Las Américas

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