MIAMI- En un panorama desolador, la isla caribeña enfrenta una crisis multifacética que amenaza con sumirla en un estado de decadencia irreversible.
«Cuba muere», la nación que alguna vez fue cuna de esperanzas, ahora se ve envuelta en el abandono de sus valiosos patrimonios, la propagación de la pobreza y la aguda carencia de servicios básicos.
El arquitecto cubano Julio Herrera, publicó en su red social las condiciones actuales de cómo se encuentran destruidas las edificaciones culturales de la Isla.
Los emblemáticos edificios coloniales que adornan las calles de La Habana Vieja, reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, están sufriendo un lento pero inexorable deterioro debido a la falta de mantenimiento y recursos.
Esta situación no solo representa una pérdida cultural irremplazable, sino que también afecta la economía del país, privando a Cuba de una importante fuente de ingresos turísticos.
La publicación de Herrera mostró las condiciones en las que se encuentran las estructuras en la Isla, cuenta con destacados comentarios que reflejan el sentir de los cubanos, «nos la destruyeron, con tremenda impunidad».
Otro comentario señala «Por qué se venden en Vedado propiedades y apartamentos a precios bastante elevados para lo que es La Habana Vieja que se está destruyendo. Hay 2 Habanas. No sé entiende».
Miles de familias cubanas luchan por sobrevivir con recursos escasos y oportunidades limitadas. Los altos índices de desempleo y la precariedad laboral contribuyen a un panorama sombrío donde la esperanza parece esfumarse día a día.
Agravando aún más la situación, la carencia de servicios básicos como salud, educación y suministro de agua potable se ha convertido en una realidad cotidiana para gran parte de la población cubana. Hospitales desbordados, escuelas en condiciones precarias y una infraestructura obsoleta son síntomas evidentes de un sistema que no logra satisfacer las necesidades elementales de sus ciudadanos.